Es increíble la propaganda mediática del mes rosa con motivo de la sensibilización del cáncer de mama. Con esto no quiero decir que esté mal que se quiera visibilizar la atención oportuna de todas las mujeres para un chequeo oportuno. Pero con lo que si no estoy de acuerdo es con la incongruencia de algunos gobiernos, al decir defender la vida y hasta hacerse sesiones fotográficas, y, por otro lado, la nula atención de este problema tan grave que mata a miles de mujeres al año. Veamos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dicen que en el marco del mes rosa, Colima registra la tasa más alta de cáncer de mama en mujeres de 20 años.
El estado colimense tiene una tasa de 165.87 por cada 100 mil mujeres; seguido de Durango, con una tasa de 110.39 y Jalisco con un 94.03. Puebla, Tlaxcala y Chiapas tienen una tasa de incidencia baja: 6.96, 18.74 y 21.44 respectivamente.
En Colima hay 160 veces más posibilidad de que una mujer sea diagnosticada con cáncer de mama que en el estado de Puebla, que tiene la incidencia más baja.
Por entidad federativa, en 2022, Colima tenía la cuarta tasa más alta de defunciones por cáncer en mujeres de 20 de años, con 22.77 %, por lo que a nivel nacional en ese mismo año se registraron 23 mil 790 casos nuevos de cáncer de mama entre la población de 20 años y más. La incidencia nacional de esta enfermedad fue de 27.64 casos por cada 100 mil habitantes para ese mismo año.
Para finalizar, este tipo de tumor maligno afecta principalmente a las mujeres (con una incidencia de 51.92 casos por cada 100 mil mujeres de 20 años y más), pero también se presenta entre los hombres en menor medida (1.25 casos por cada 100 mil hombres de 20 años y más).
Por si esto fuera poco, la situación en el país está cada vez más complicada, pues los recortes presupuestales para combatir el cáncer de mama sufrieron un descalabro por parte del Gobierno de la “cuarta transformación”, encabezada por López Obrador.
En una conferencia de prensa, organizada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), la diputada federal del PRI Ana Lilia Herrera advirtió que los recortes al Anexo 13 del presupuesto para atender el cáncer en mujeres el próximo año afectará a más de 2 mil 400 pacientes:
“Los recursos para atender cáncer de mama disminuyen una cuarta parte; esto es igual a 342 millones de pesos”, declaró.
Pero no es el único padecimiento que ha recibido recortes presupuestales para su atención. Otros tipos de cáncer que afectan a las mujeres, como el cervicouterino, tendría 23.3 % menos recursos, equivalente a 312 millones de pesos. El cáncer de endometrio, 23.3 %, es decir, 13 millones; y el de ovario, 16.7 %, que suman 30 millones de pesos menos para su atención.
La situación en el país está cada vez más complicada, pues los recortes presupuestales para combatir el cáncer de mama sufrieron un descalabro por parte del Gobierno de López Obrador.
En su columna “ La lucha contra el cáncer de mama” publicada en Excélsior, Raúl Cremoux explica lo siguiente:
“No sólo es la falta de medicinas, pues no contamos con cifras rigurosas sobre el desabasto, pero sí tenemos datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM), que nos dicen que el tratamiento que incluye quimioterapia e inhibidores posteriores van de 80 a 120 mil pesos por año. En los hospitales privados, capitaneados por Médica Sur, que en su publicidad señala que es ‘el mejor de México’, los costos son al menos del doble y el tratamiento global ronda los cinco millones de pesos. La especialista del FUCAM, María Fernanda Hernández indica que esto es para las pacientes que cuentan con seguro de gastos médicos mayores.
¿Y qué pasa con quienes no tienen ese costoso seguro?
¿Concretamente con el grueso de la población, especialmente las de cierta edad o quienes tienen cáncer más avanzado? Su destino es particularmente muy doloroso y con altas probabilidades de crear invasión generalizada (metástasis) y con ello la muerte.
El Inegi señala que el año pasado se registraron 23 mil 790 casos nuevos de este tipo de cáncer en la población de 20 años hasta los 65. La atención es menor desde 2018 debido a los continuos recortes de presupuesto, lo que impide la contratación de oncólogos, enfermeras y asistentes. No obstante, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), fiel a su tradición de servicio, es el mayor baluarte con que cuentan las mujeres, quienes se desplazan desde entidades como Colima, Veracruz, Querétaro, Estado de México y con frecuencia de sitios tan lejanos como Yucatán y Quintana Roo.
El promedio mexicano es de 21 mujeres que mueren al día debido al cáncer de mama. Esto como resultado de citas retrasadas, recetas no surtidas, cirugías y tratamientos postergados y por la carga económica que para muchas familias resulta catastrófica. La enfermedad ha superado hasta en 50 por ciento al costo normal que se tenía en 2018 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cada año se registran oficialmente 685 mil defunciones por cáncer de mama en 79 países que ofrecieron sus cifras respectivas”.
A esto me refiero con la inconsecuencia de los gobiernos, principalmente el Gobierno Federal, que dice atender a los más pobres y vulnerables, cuando la realidad está muy lejos de lo que puedan decir. Las muertes de miles de mujeres, son la prueba irrefutable de la poca atención en este importante sector.
Los procesos electorales están a la vuelta de la esquina. Meditemos sobre nuestro voto para tener mejores condiciones, no sólo de salud, sino educativas, de infraestructura y obra pública para todos los mexicanos.
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