Chetumal, Quintana Roo.-“El Gobierno federal condenó al estancamiento al campo quintanarroense, pues privilegia la actividad turística en tanto que la agrícola, de la que dependen miles de familias humildes, dejó de ser prioridad y ahora las áreas de cultivos son subutilizadas lo que además provoca la migración de los campesinos a las ciudades en busca de un ilusorio progreso”, afirmó Daniel Osorio García, líder estatal del Movimiento Antorchista.
Lamentable es –dijo--, que en Quintana Roo la actividad agrícola haya pasado a segundo plano como generador de riqueza, pues actualmente los gobiernos federal y estatal han preferido impulsar, a lo grande, la actividad turística que si bien ha rendido frutos económicos, han condenado al abandono al campo.
Siempre hemos denunciado –agregó Osorio García--, que las familias que habitan el medio rural viven en difíciles condiciones, muchos de ellos se encuentran en extrema pobreza, otros miles en pobreza y difícilmente podrán superar ese estatus en tanto las autoridades no destinen los recursos suficientes para hacer producir al campo.
Se han dado a conocer cifras que revelan una radiografía de lo que en materia económica enfrentó en los últimos 10 años Quintana Roo, y ocurre que las actividades económicas de servicio y la industria han crecido rápidamente en porcentajes del 50.2 y 43 respectivamente, en tanto que el campo del estado ha permanecido estancado.
Es sabido que Quintana Roo tiene la sexta extensión territorial más grande y propicia para consolidarse como productor agrícola nacional, pero es el penúltimo en superficie cosechada y en ingresos por los productos del campo.
Es necesario que las autoridades gubernamentales emprendan acciones de apoyo al campesino y productores, porque la entidad tiene un potencial de siembra de 180 mil hectáreas, pero actualmente sólo son aprovechados poco menos de 8 mil. “En Othón P. Blanco, José María Morelos y Bacalar, no se ocupa el 84 por ciento de tierras disponibles para sembrar”, expuso.
Incluso la Universidad Nacional Autónoma de México –agregó--, lamenta que Quintana Roo desaproveche sus grandes ventajas para actividades agropecuarias, ya que a diferencia del 60 por ciento del territorio nacional, tiene alta calidad de suelos, fácil acceso al agua, condiciones climáticas relativamente estables y sin un relieve abrupto.
Los reportes más recientes sobre el Producto Interno Bruto confirman el nulo desarrollo del campo en Quintana Roo. En 2010, la riqueza de las actividades agropecuarias eran de mil 930 millones de pesos. Casi una década después la cifra es de dos mil 99 millones (en 2019); dos mil 61 millones en 2020, el año de la pandemia. La variación alcanza apenas el 8 por ciento.
Osorio García realizó un llamado al Gobierno del Estado y al de la Cuarta Transformación para revertir el efecto migratorio de los jóvenes, que ante la falta de apoyo para emplearse en el campo prefieren migrar a ciudades como Cancún y Playa del Carmen para emplearse en cualquier actividad económica.
No podemos condenar al abandono al campo, que además de la carencia de apoyos se está quedando sin mano de obra para trabajar. Se tiene que apoyar a las miles de familias humildes que dependen de la agricultura pero que cada vez ven más difícil hacer producir la tierra, concluyó.
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