Hace algunos días, iniciaron ya las campañas internas para elegir, en todos los partidos políticos con registro nacional, a los candidatos a presidente, y también, aunque no se dice abiertamente, ya se ven movimientos de los que buscarán algún cargo de elección popular para diputados y alcaldías en Nayarit.
A Nayarit ya vino Adán Augusto López y ha estado también Claudia Sheinbaum, de esto se puede decir que no hay nada nuevo, los mismos rollos huecos y mareadores, llamados a defender la “transformación de México”. Vimos pues, una ausencia total de un discurso serio, bien argumentado, novedoso, sin propuestas de cómo resolver los graves problemas sociales y menos pudimos observar una crítica al gobierno actual.
Y es en este inicio de elegir al candidato interno de Morena cuando la presidenta municipal de Tepic, María Geraldine Ponce decide solicitar licencia de su cargo para encabezar la campaña interna de Claudia Sheinbaum.
Al hacer su solicitud de licencia, se vino una campaña en Facebook en contra de Geraldine Ponce; se le acusa de que mejor renuncie definitivamente; mejor que se lleve toda su parentela; que se quede allá; que prometió mucho y hace poco; nada más nos mareó y dejó peor a Tepic; le dimos el voto para que ella siga con su ambición. (reporteros.mx, 10 de julio de 2023)
Todas esas expresiones de la gente puede que alguien diga que son de la oposición y de los conservadores, como siempre responde ya saben quién, mi impresión es que no, que sí hay gente que confió sinceramente en los cuadros o candidatos de Morena porque traían el arrastre o el respaldo de López Obrador y su reciente triunfo, con su bandera de combate a la corrupción y su consigna de “primero los pobres” y que ahora los ciudadanos, al ver que los morenistas hacen lo mismo que los anteriores gobernantes, pues ha iniciado un desencanto de la gente que votó por la Cuarta Transformación y que dicha desilusión se acumula lentamente.
Esto es posible que suceda por varias razones. La primera, recordar que todo en el universo se mueve, la naturaleza se mueve, se transforma y cambia, nada es estático, y la misma sociedad capitalista en que vivimos se mueve, se transforma y cambia constantemente, por lo que, a cinco años de Morena en el poder los cambios que se prometieron no llegan, por lo que en este momento la gente ya puede discernir, cuando menos una parte importante de los mexicanos, que lo que tanto se prometió de resolver como el problema de la pobreza, la marginación , la falta de trabajo, la inseguridad, etcétera, con la 4T siguen vigentes y algunos hasta en crecimiento.
México sigue siendo un país desigual, donde la mayor parte de la riqueza social la concentran unas pocas familias pudientes y sigue creciendo el número de pobres, esta contradicción principal sigue existiendo a pesar de que se diga que ahora ya no manda la oligarquía.
Sobre la corrupción, sólo los seguidores a ciegas de AMLO no la aceptan, porque hasta el mismo presidente ya la reconoció, como es el caso de desvíos de miles de millones de pesos en Segalmex, pero ahí están también en la prensa las denuncias contra empresas relacionadas con los hijos de AMLO que lucran al amparo del poder y siguen en el olvido el robo de Felipa, los sobres de dinero de Pío López, entre otros casos tan escandalosos de este gobierno.
Y de la forma de gobernar los morenistas no se le queda a la saga a los peores priístas, el poder ahora está centralizado, solo se hace lo que diga el presidente de la República y a nivel estatal lo que digan los gobernadores; obras y servicios para pueblos y colonias necesitadas, no hay nada, los de la 4T en esto han resultado peor que los neoliberales bajo el manto de la consigna “primero los pobres” se les niegan las inversiones para obras a los mismos pobres.
Los políticos morenistas siguen actuando como los de antes, defendiendo los intereses económicos de grupos de poder y los de los pobres los olvidan, porque saben que basta con aventar dinero en programas de ayudas monetarias, como quien avienta una limosna, una migaja, para que la gente se conforme y acepte las políticas que hacen que el país se desangre y se caiga en pedazos.
Segundo, los morenistas no deberían de olvidar lo que pasó con los priistas, que parecía que éstos eran invulnerables, de que nunca perderían el poder en México y ya vimos que el pueblo los castigó, del viejo PRI prácticamente no queda nada.
Es importante reflexionar sobre los comentarios que se vierten contra la ex presidenta municipal de Tepic porque van a lo medular, la gente quiere que el poder se utilice para transformar la ciudad y el campo, haciendo obras y servicios, no nomas obras de relumbrón para apantallar a incautos; que el gobernante no se quede en las promesas, que cumpla con hechos, que se acabe con el nepotismo, es decir, que no haya favoritismo con familiares y amigos cercanos en detrimento de personas competentes; que los políticos que solo buscan marear (engañar) a los tepicenses al final tendrán malos resultados; y que a los políticos que se les confió con el voto, les debe de quedar claro que el mismo pueblo puede ser un impedimento para continuar ascendiendo en el poder si no hacen bien su trabajo en la sociedad.
La verdad de las cosas es que la 4T sigue en deuda con los mexicanos más pobres, siguen con los viejos vicios y no se ve que se intenten combatirlos.
Por último, nuestra organización, Antorcha Campesina, lo dijo antes de que AMLO, Miguel Ángel Navarro Quintero, Geraldine Ponce, y demás caterva de personalidades llegarán al poder, que este partido no era el representante genuino de los intereses del pueblo, que era lo mismo que el viejo priismo con todos sus vicios, pero con un ropaje guinda diferente y del que ahora se quieren deslindar los morenistas aun cuando hayan mamado y se hayan educado en el viejo sistema priista.
La realidad paso a paso va acumulando las cosas para que el pueblo se dé cuenta de las malas acciones de los que prometieron defender a los pobres, como el caso aquí descrito de la ex presidenta municipal de Tepic, y llegará el momento inevitable en que el desenmascaramiento de la 4T será completo y entonces los pobres tendrán que unirse ahora sí con sus hermanos de clase, con los antorchistas, para dirigir por rumbos certeros este estado y este país.
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