MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Caminos y carreteras abandonados en Hidalgo

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En Hidalgo, el mal estado de las carreteras y caminos es uno de los principales problemas que está en el sentir y en las demandas sociales de la ciudadanía. Ahora, con las lluvias recurrentes de las últimas semanas, diversas regiones se vieron severamente afectadas, haciendo intransitables sus ya de por sí maltratados, y en muchas ocasiones inexistentes, caminos y carreteras. 

El desarrollo de la infraestructura vial es de suma importancia, de eso depende, en gran medida, el desarrollo de una comunidad porque posibilita el acceso y salida de la gente y los productos destinados al comercio y el consumo de la población. Para que la gente pueda salir a trabajar, pueda ir a las escuelas o incluso cuando se presentan graves problemas de salud, trasladar al enfermo a un centro de salud adecuado, se necesitan caminos y carreteras en buen estado.

En las comunidades rurales es especialmente preocupante, porque no hay carreteras, no hay caminos pavimentados, no hay caminos revestidos. De las más de cuatro mil quinientas poblaciones, una vasta cantidad aún carecen de una carretera pavimentada a su cabecera municipal.

En la región de la Sierra Otomí-Tepehua existen casos como el del tramo entre San Bartolomé y Huehuetla, en el que las pésimas condiciones de los accesos, aísla a las comunidades afectadas como San Clemente, El Padhi, Los Planes, Dos Caminos, El Lindero, Cantarranas.

En el municipio de Tulancingo, el tercer municipio más grande del estado, a pesar de que se da mantenimiento a las calles de la zona centro, en la periferia la situación no es muy diferente, por ejemplo, en la colonia Ahuehuetitla, ubicada a un costado de una presa, con las lluvias está se desborda haciendo intransitable la entrada a esta población.

El pasado 22 de junio estuvo a punto de perecer un vecino porque la ambulancia solicitada se atascó en el lodazal, perdiendo minutos esenciales, lo que resultó en mayores complicaciones para su salud. En la colonia, existe un puente inconcluso desde administraciones pasadas y abandonado a pesar de las múltiples gestiones que vecinos y compañeros del movimiento Antorchista han venido realizando. Ni las autoridades municipales, estatales ni federales han resuelto esta demanda de cerca de 200 familias. 

Hace unas semanas, habitantes de la comunidad de San Nicolás, del municipio de Tenango de Doria, bloquearon la carretera que comunica de Tulancingo a dicha comunidad. Se manifestaron para denunciar que desde hace tres años el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en una visita a la Sierra Tepehua, prometió la entrega de la carretera San Pablito-San Nicolás. Esta obra se quedó en promesas, como es costumbre en la esfera política de nuestro país. 

En la Huasteca hidalguense, las cosas no son distintas, los derrumbes y deslaves, por las lluvias son constantes y provocan accidentes que, en muchas ocasiones, se cobran la vida de los automovilistas. 

En resumen, la mala infraestructura vial es una problemática permanente en el estado de Hidalgo y a pesar de que se pone en riesgo la vida de los hidalguenses, ni los gobiernos municipales, ni la pasada administración estatal, ni el gobierno federal han resuelto esta sentida demanda de la población. 

Desde el Gobierno federal, el presupuesto destinado a la obra pública como pavimentación y a la reparación de vialidades, es ínfimo si lo comparamos con las inversiones millonarias en las obras faraónicas de López Obrador.  

La política de la Cuarta Transformación ha olvidado a los más pobres, aún cuando su consigna en campaña siempre fue que primero los pobres.  Hoy, mientras miles de hidalguenses y mexicanos padecen de la infraestructura de acceso a sus comunidades, tenemos un aeropuerto con solo 12 vuelos al día, una refinería que no refina y un tren maya con una inversión cada vez mayor a la anunciada en su inicio. 

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