Parece ser que ya es una característica de la actual administración y que se acentuó con el inicio de la pandemia, situación que supieron aprovechar desde las oficinas de Plaza Juárez porque cerraron todas las ventanillas a donde la población podía al menos acudir a hacer alguna solicitud con cualquier dependencia del gobierno estatal, aunque la respuesta no fuera, desde luego, favorable, como sucede con la mayoría de las peticiones que hacen los hidalguenses. Este problema lo podemos encontrar ahora con una larguísima lista de quejas que hay contra el mal funcionamiento de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) y de su titular, Abraham Rublúo Parra, a quienes acusan de no atender, al menos, las solicitudes que a la dependencia les corresponde recibir, revisar y realizar proyectos en aquellas colonias y comunidades donde no hay agua potable o drenaje; ya ni eso se hace.
Las quejas van, por ejemplo, desde el desabasto constante de agua en numerosas colonias de la zona metropolitana de Pachuca; para nadie es nuevo que los ciudadanos muestran su inconformidad por la falta del vital líquido, pero no es todo, hacen reportes y nunca los atienden. Encontramos también que a colonias como la Ampliación Jorge Obispo, Margarita Morán, La Loma, por mencionar algunas, no les ha dado respuesta a la solicitud de agua potable y en colonias del sur de la capital mucho menos se han elaborado los proyectos para la introducción del mismo servicio, han denunciado habitantes agremiados al Movimiento Antorchista; también se han manifestado otras colonias por la misma situación.
A un año de la conclusión de la administración del gobernador Omar Fayad, las cosas parecen ir en dirección equivocada y en retroceso, porque, en efecto, en otros tiempos donde no había Covid-19, los funcionarios no tenían para dónde hacerse; al menos se recibían oficios, pero ahora ni eso se hace, las puertas de las diferentes dependencias se encuentran cerradas, como si se escondieran de la población que les reclama acciones y resultados. En esta ocasión es la Caasim, pero las quejas son contra toda la administración que ya se va dejando un legado de abandono y carencia de servicios elementales como agua y drenaje en colonias y comunidades de todo el estado. ¿Hay, aún, posibilidad de que escuchen y resuelvan las necesidades de los hidalguenses? Recordemos que no le hacen un favor a la población, es su obligación trabajar, pero ahora sí de verdad, con soluciones y no justificaciones y pretextos. Veremos.
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