La encuesta llevada a cabo en diciembre de 2020 por la empresa Arias Consultores es contundente: el 85% de los poblanos no confía en la administración del Gobernador morenista del estado de Puebla Miguel Barbosa Huerta.
Este resultado lo sitúa nuevamente en el último lugar de los mandatarios estatales de todo el país. Es el gobernador con las peores evaluaciones en todos los rubros medidos por la encuestadora, demostrando que no sabe gobernar, que no tiene idea de cómo administrar el estado, y que tiene hecha un tiradero la entidad.
Acerquemos la lupa a algunos de los datos arrojados por la encuesta de Arias Consultores para ilustrar este juicio:
En el tema de la seguridad, el 89.3% de los encuestados contestó que se siente inseguro de vivir en el estado; mientras que el 79.6% califica como mala la seguridad pública proporcionada por el Gobierno estatal. Los dos datos van de la mano. El rubro donde el gobernador Barbosa Huerta alardea de ser un experto, el de la seguridad pública, es donde el nivel de descalificación es abrumador. Prácticamente 9 de cada 10 encuestados tienen miedo de vivir en el estado de Puebla. No confían en el sistema de seguridad pública estatal, calificándolo en un 80% como malo.
Este dato nos dice que Puebla está a la deriva y que la ola de criminalidad que azota al estado está descontrolada. Y basta con abrir cada mañana los medios de comunicación para darnos cuenta del por qué la gente se siente insegura: las páginas de los medios están llenas de noticias de robos, asaltos, violaciones, homicidios, etc., donde los trabajadores son los más afectados en su vida diaria. Y la seguridad pública no es capaz de contener a la delincuencia que ya se adueñó del estado. Y para colmo de los males, se han filtrado notas de la gran inconformidad que va extendiéndose entre los trabajadores de la seguridad pública del estado, entre los policías que tienen que ganarse el pan con el sudor de su frente en ese ingrato trabajo, porque o no les pagan a tiempo su salario o no cuentan con equipo de protección para realizar sus labores y ya van 273 policías contagiados con la covid-19.
El 74.3% de los ciudadanos poblanos considera que los servicios de salud son malos. Y la percepción de la gente obedece al hecho de que la pandemia de la covid-19 está incontrolable en el estado, con los hospitales covid-19 llenos y sin medicamentos para atender a la gente. Es una verdad que no pueden ocultar que a la gente la rechazan, por no haber espacio y por no haber medicinas en los hospitales poblanos. Los enfermos se van a morir a su casa ante la falta de medicamentos para atacar el coronavirus. Y la responsabilidad por la falta de insumos para atacar la epidemia recae total y absolutamente en el gobernador del estado. él es quien debe velar por la salud de los poblanos.
Y la situación se agrava porque con la contingencia del coronavirus, en los hospitales públicos se dejó de atender a los enfermos crónicos de diabetes, de hipertensión, etc. El cuadro de medicamentos que de manera permanente se le deben de suministrar a los enfermos crónicos hace falta en los hospitales; no se les está proporcionando a los enfermos, los cuales ven con angustia como su salud se va deteriorando día con día, derivando en otras complicaciones que los van llevando a morir lentamente. Los enfermos crónicos se van consumiendo por la falta de medicamentos que le corresponde dotar al Estado. No hacerlo tiene inconforme casi a las tres cuartas partes de los encuestados.
En el aspecto de la economía, el 75% de los poblanos encuestados considera que la situación económica es mala, así como las condiciones del empleo. Y no es para menos: cuando inició la pandemia, al gobernador Barbosa Huerta se le planteó que implementara un plan de alimentación y un apoyo económico mínimo, para todos los trabajadores que se veían en la necesidad de recluirse para evitar el contagio por el coronavirus. Así, además de ayudar a los trabajadores, la economía no se vería paralizada. Sin embargo, el gobernador no quiso escuchar y los resultados están a la vista: la economía es un desastre con sus miles de desempleados, con el agravante de que no sólo no estimulan el empleo, sino que persiguen con la policía a los comerciantes ambulantes que, arriesgando su vida por la covid-19, salen a trabajar para ganarse el sustento que necesitan sus familias.
Dos últimos datos: el 74.3% de los encuestados considera que la obra pública es mala y el 78.2% descalifica el combate a la corrupción del gobierno de Barbosa Huerta.
Sorprende que el porcentaje que califica como mala la obra pública no sea mayor, porque además de recortar las participaciones municipales en más del 50%, impidiendo que los municipios hagan obra pública, el gobernador tampoco ha promovido nada en el Estado. No hay obra pública porque el gobernador no quiere invertir en la solución de los servicios sociales de los poblanos. Todo está tirado en Puebla, todo está por hacer.
Por todo lo anterior, el gobernador Miguel Barbosa Huerta fue calificado por los ciudadanos poblanos encuestados en edad de votar, como el peor gobernador del país.
Por eso, en las elecciones de junio de 2021, ¡Morena tiene que ser derrotada!
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