Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), presentados recientemente señalan que en Baja California viven 105 mil personas en pobreza extrema.Según la clasificación del organismo, identifica desde la carencia educativa y alimenticia hasta fenómenos más complejos como el hacinamiento en las viviendas.
Este panorama exige que el gobierno aplique políticas encaminados a reducir la pobreza extrema, mediante el destino de mayores recursos al sector educativo, programas de vivienda popular, de abasto.Sin embargo, nada de eso se ha visto, por parte del gobierno estatal ni federal, quienes lejos de ver cómo combatir a fondo la pobreza en esta entidad donde inicia la patria, protagonizan una encarnizada guerra por experimentos políticos que dejan al margen los verdaderos problemas de los bajacalifornianos.
La población que vive en pobreza extrema "básicamente está en zonas rurales, pero en el caso de Mexicali hay una parte importante en Los Santorales; en el caso de Tijuana hay una parte importante en la zona Este de Tijuana y en el caso de Ensenada están hacia el Sur del municipio, básicamente por allá en San Quintín", reconoció el ex secretario de Desarrollo Social, Alfonso álvarez Juan.A esta cifra se suma que existen otras categorías que refieren a los niveles de pobreza, se trata de aquellas que, por la carencia de ingresos, constituyen un grupo aparte, en el que se ubica otro millón 90 mil residentes con carencias económicas.
En un entorno de pobreza creciente, no es coincidencia que sea en estas zonas del estado, los municipios y las comunidades donde se acentúan los índices de pobreza, donde el Movimiento Antorchista ha sido llamado desde hace ya varios años para que representara a los pobres de Baja California, una labor que se ha traducido en la promoción de la cultura, educación, infraestructura deportiva, y hoy constituyen una mejora real de las condiciones de vida, hechos que no se han visto en muchas de las zonas populares de la entidad durante décadas.Las canchas empastadas en la zona Este y en Mexicali o la lucha para que jornaleros agrícolas de San Quintín mejoren sus condiciones de trabajo reflejan la enorme agenda por justicia social del antorchismo en estas tierras fronterizas.
Desde que Antorcha asistió al llamado, hemos sido y seguimos siendo esa luz que guía al pueblo, que le alumbra el camino y que lucha día a día con él, para mejorar su calidad de vida.
Este año festejaremos nuestro 45 Aniversario de existencia, lo haremos los beneficiados, pero también quienes no formamos parte del Movimiento, pero que disfrutamos de un alumbrado público, de una pavimentación, porque nos organizamos y logramos un drenaje, por alguna obra que se ha conseguido con la unidad y gestión, porque es la prueba de que el pueblo mexicano merece este verdadero bienestar, no solo tarjetitas.
De esta manera, el próximo 20 de octubre, 20 mil antorchistas del Noroeste festejaremos que somos la organización más grande y mejor estructurada de México, que somos la vanguardia de las mayorías en su lucha por un país mejor, incluidas las entidades de Sonora, Sinaloa, Baja California Sur, entidades en donde la pobreza también se ha enraizado.Seguimos y seguiremos avanzando a paso firme, con rumbo seguro, organizando y educando al pueblo pobre, festejamos que hoy somos muchos más y que seguimos creciendo, que cada vez más familias ven en la organización la única fuerza para defender sus intereses.
No obstante, Baja California ha trascendido por otros temas.El primero es derivado de una de las crisis más significativas en los últimos años en materia migratoria, este estado fronterizo, en donde se congrega gente de todo tipo, de distintos orígenes, costumbres e idiomas.Aquí, la sociedad mexicana toma un mosaico multicultural, al reunir a la población latina, haitiana, africana y de diversas regiones del mundo que llegan a coincidir en un común denominador, la renuncia de sus nacionalidades en busca del sueño americano."Aquí no nos tocó vivir, pero tenemos que hacerlo, es la necesidad la que nos obliga", remarcan cotidianamente miles de hombres y mujeres que, como migrantes, son vecinos bajacalifornianos de manera temporal.
La llegada de miles de migrantes que esperan cruzar a Estados Unidos; las oleadas masivas que representaron en un momento dado una crisis humanitaria, aunque hoy han quedado en el olvido, pese a que la problemática no ha disminuido, solo atemperado por medidas coercitivas que han impedido su paso desde el Sur, con el despliegue de la Guardia Nacional.Las crisis humanitarias que se registraron en las casas de migrantes desde 2018 representaron que el Partido Acción Nacional, que gobernaba hasta entonces este estado, cayera en una debacle total por su incapacidad para enfrentar una sociedad dividida, entre los que apoyaban a los migrantes y quienes defendían a capa y espada el que se les corriera.
En el sexenio pasado, a la crisis humanitaria por los migrantes, se sumó una enorme inconformidad de maestros que exigen pagos atrasados, estudiantes que piden pronta solución a los apoyos que se habían comprometido a resolver y los burócratas que se aferraron a no dejarse manipular y exigir mejores condiciones laborales, esto sin hablar de las protestas sociales que exigían obras y servicios resultado del abandono de la inversión pública en los sectores populares.El cuadro de ineficacia gubernamental, ante una sociedad profundamente desigual, llevaron a Morena a sustituir al panismo durante las elecciones intermedias de este año, el triunfo de Morena en la entidad le dio un tiro de gracia al panismo que se había entronizado desde 1986, para dar paso a un gobierno nuevamente de alternancia.
Un segundo aspecto que colocó a Baja California en el escrutinio público, es la ampliación del mandato del gobernador morenista, Jaime Bonilla Valdez.La ampliación del mandato de gobierno que ejercerá el próximo mandatario, a partir de noviembre, mantiene en polarización a la opinión pública nacional, por los métodos que está utilizando Morena para hacerlo posible.Y es que luego de presentar una consulta ciudadana, el pasado 13 de octubre, ya se autonombró elegido para gobernar durante estos 5 años, mientras que se espera una avalancha de acciones legales, cuyo escenario y consecuencias aún están pendientes.En medio de estas disputas, ni el PAN ni Morena están observando la realidad que se esconde en una entidad que se presenta como cosmopolita.Mientras avanza esta lucha intestina, los que más sufren son los pobres que viven sin servicios, sin alternativa a una vivienda digna e incluso se les quiere conculcar el derecho a la protesta y a la organización. Los antorchistas de Baja California sí tenemos claro lo que requiere no solo Baja California, sino el país entero, con esa convicción, estamos llamando a los mexicanos a ser parte del pueblo organizado.
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