El periodo de gobierno llamado porfiriato en lo político, fue un periodo de relativa estabilidad, pues se logró la pacificación del país (la llamada paz porfiriana), gracias al uso de la fuerza, la persecución y la represión de cualquier forma de descontento social, asumiendo así las características de una dictadura.
Todo esto provocó en el plano social, grandes tensiones dentro de la sociedad mexicana, especialmente entre la oligarquía porfirista (latifundistas, extranjeros, industriales), surgida a la sombra del general, y detentora del poder político y económico, y las masas trabajadoras, el campesinado y los indígenas, particularmente maltratadas y explotadas durante este régimen.
Deberíamos encontrar en toda aquella historia similitudes de lo que ahora viven los mexicanos, con las fuerzas militares en las calles, la inversión extranjera en las zonas fronterizas y principales ciudades del país, la gran industria en crecimiento y el abandono del campo.
Es precisamente en este último punto donde quiero poner un énfasis, ya que la vida latifundista sigue existiendo en los grandes valles de Mexicali, un latifundio es una finca o hacienda rústica, de extensión superior al centenar de hectáreas, que pertenece a un único dueño. La palabra, como tal, proviene del latín latifundium.
El latifundio, en este sentido, implica la explotación agraria de grandes extensiones de terreno por un solo propietario, de lo cual se derivaron gran cantidad de conflictos sociales, ya que la explotación de los trabajadores del campo era inhumana, esto en aquella época llamada porfirista.
¿Qué sucede ahora? De igual manera hay grandes extensiones de tierra en manos de unos cuantos propietarios muchos de ellos extranjeros, tales como Anderson, Layton, Kerig, etc, la situación de los trabajadores del campo se muestra más cruda que en aquella época, ya que la introducción de alta tecnología ha desplazado a los jornaleros haciendo que el trabajo que pueda realizarse con las manos sea ahora mal pagado y sin prestaciones y hasta en la clandestinidad, en valles de Mexicali en Baja california las circunstancias no mejoraron, como en muchos casos la situación de los trabajadores es ahora más grave. Llegan año con año familias completas a laborar como jornaleros, se alojan dónde pueden, viviendo hacinados, como la familia Hernández Cruz que llega de Oaxaca se compone por 19 integrantes, 9 adultos y 10 niños todos ellos habitando una vivienda en el ejido Compuertas Carejey, 16 de ellos trabajando en el campo y 3 por ser bebes de menos de 5 años, aún no se integran aunque cuelgan de las espaldas de sus mamas sintiendo cómo los rayos del sol, queman su piel y secan sus labios, mientras aprenden que la vida es trabajo y que hay que callar y despertar a las 3 de la mañana para poder sobrevivir.
Del jornal de estas familias hay mucho que decir, por cortar la cebolla no reciben un sueldo, por amarrar si, deben hacer 12 mazos de 12 cebollas para obtener un mal llamado jornal por tres pesos, esta mísera cantidad hace que cada mano sea necesaria ya que con ello se debe alimentar, vestir, calzar, educar y curar a la familia.
En Antorcha hemos localizado esta situación y hemos buscado sin resultados aún un freno a tales abusos, organizamos alrededor de 50 familias para que juntas luchen por mejores condiciones de vida y un futuro a los menores que con ellos viven esta situación tan descarnada, han instalado viviendas de cachanilla y barro en espacios territoriales del gobierno federal que fungían hace más de 40 años como canales de riego, los cuales dejaron de ser funcionales o utilizables a los terratenientes hace ya casi medio siglo. Esto les permitió darle salida a un primer problema (el hacinamiento), pero no resuelve lo más grave, su situación económica.
Para dar pasos más avanzados en este y en otros grandes problemas sociales se requiere con urgencia la organización, la educación y la disposición a la lucha de todos los trabajadores del país. Tan es violentado un jornalero como lo es un obrero o asalariado. La situación de la clase trabajadora cada vez se hace más insoportable y esto puede llevar a que se den detonaciones de inconformidad de diferentes grupos sociales que al igual que lo sucedido en dos bocas lleven a una solución que acalle a los inconformes más no resuelva el problema general, urge entonces armar un frente común entre los desposeídos y plan de acción que sea ejecutado para lograr, no solo prestaciones de ley sino una justa repartición de la riqueza nacional.
No te des por vencido
Ni aun vencido
No te sientas esclavo
Ni aun esclavo.
Trémulo de pavor
Piénsate bravo
Y arremete feroz
Ya mal herido.
¡HASTA LA VICTORIA CAMARADAS!
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