La SEP informó en un comunicado oficial que “17 millones 628 mil estudiantes han regresado a clases presenciales en toda la república”. Sin embargo, aún hay estados que siguen postergando su regreso. Como es el caso de Chihuahua, por las alertas de los frentes fríos y el incremento de contagios por covid-19. Después de dos años de clases presenciales, se esperaría que el gobierno federal en conjunto con los gobiernos estatales, hubieran mantenido en condiciones óptimas las escuelas, sabiendo que ya la federación hacía el llamado urgente para regresar a clases.
El regreso a clases presenciales pondrá en evidencia las condiciones reales de las escuelas, lo que seguramente incrementará el número de contagiados. Ante esto, Marilú Acosta, experta en pandemias y exasesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que “el problema en México, en comparación con la Unión Europea, es que no todas las escuelas son iguales, ni las poblaciones tiene las mismas características, por lo que es muy complejo garantizar que no se presenten contagios en el regreso a clases”. Las advertencias de los expertos deberían ser tomadas con seriedad, y no a la ligera como lo ha hecho el gobierno de la 4T cada vez que los especialistas manifestaron sus preocupaciones ante las olas de contagios anunciadas. Los salones de clases y escuelas en su generalidad no están equipados para asegurar la higiene de manos y tampoco para estar ventilados. Esa es una de las cosas muy importantes: ventilación, distancia, cubrebocas e higiene de manos. Además, es muy complicado que alumnos pequeños de primaria y preescolar no tengan contactos con sus compañeritos.
Por su parte, la Secretaria de Educación Pública (SEP) elaboró un protocolo para establecer filtros de salud: en casa, en la entrada de la escuela y en el salón de clases, sin embargo, esto será insuficiente para garantizar que no se propaguen los contagios por Covid-19 en las aulas. A nivel mundial se estima que 120 millones de niños en edad escolar han perdido o corren el riesgo de perder un año completo presencial del calendario escolar. En el caso de México, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó que los estudiantes mexicanos podrían haberse atrasado un equivalente a dos años en el nivel educativo. Me parece que, si el gobierno federal hubiera hecho caso al llamado de aplicar la vacuna a menores de edad, el número de contagiados hubiera sido menor, y el daño en la medición de lo no aprendido por los estudiantes sería en un rango menor también.
Ante esto, muchos padres de familia se cuestionan ¿Qué es más importante, estar educado o estar vivo? Y algunos recomendaron que se debió hacer un análisis a profundidad para encontrar alternativas sobre este nuevo regreso a clases, pues de la noche a la mañana, las autoridades educativas anunciaron abiertamente: “vayan a la escuela como si no hubiera pasado nada” (acaso este llamado del gobierno es correcto). De cualquier manera, este regreso a clases va a ser muy complejo. Desde el punto de vista de la Secretaría de Salud, no todos van a tener las herramientas para poder manejar este nuevo cambio de vida.
Si empiezan a surgir brotes masivos en las escuelas, tampoco el sistema de salud estará preparado para atenderlos y curarlos. Efectivamente, tenemos que brindarles soluciones a todos los alumnos y a la comunidad educativa, pero no tan sencillas y cínicas como la de la 4T: “Ya regresen a clases”. Las cosas no son tan fáciles, salvo que el interés sea el contagio de rebaño.
Guillermo Torre, rector de TecSalud, afirma: “sí hay un riesgo. Si no aceptamos que existe ese riesgo, no vamos a verlo. Si lo aceptamos, vamos a estar atentos y lo observaremos. Debe haber ventilación, mascarillas bien puestas, el indicador de dióxido de carbono. El regreso es apropiado, con un riesgo bien medido”, explicó el experto. Esto deberían tomarlo en cuenta los de la SEP y de la 4T, y actuar en consecuencia. El llamado de la comunidad estudiantil es que se siga vacunando a todos los estudiantes menores de edad, pues siguen vulnerables los de preescolar y una buena parte de primaria, ya no queremos lamentar más muertes de infantes.
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