México, con al menos siete periodistas asesinados en el 2021, es el país más mortífero del mundo para la prensa, según Reporteros Sin Fronteras. En enero 2022, ya son tres los comunicadores asesinados, ante la inacción del gobierno federal y uno más atacado a balazos en el istmo de Tehuantepec, de donde es originario, se trata de José Ignacio Santiago Martínez, fundador y director de Pluma Digital Noticias, quien cuenta con escoltas asignados por el Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, afortunadamente resultó ileso. Esta nueva agresión se dio a unas horas de que periodistas de más de 65 ciudades de México realizaran una movilización nacional… y la violencia sigue creciendo.
El pasado martes 25 de enero, se realizó una movilización nacional en exigencia de justicia por los asesinatos de los periodistas en lo que va del 2022, que recién inicia: Lourdes Maldonado (Tijuana), Margarito Martínez (Tijuana) y José Luis Gamboa (Veracruz), también por los demás colegas asesinados, desaparecidos y desplazados por la violencia.
La movilización nacional se desencadenó ante la indignación, hartazgo de la violencia y muertes impunes, tras el asesinato de Lourdes Maldonado, el 24 de enero, casi tres años después de que, en marzo de 2019, la periodista se presentara en la mañanera ante el presidente Andrés Manuel López Obrador para pedir ayuda y justicia ante un problema con el candidato a la gubernatura de Baja California, hoy gobernador oficialista del estado, Jaime Bonilla, “Vengo para pedirle apoyo, ayuda y justicia social porque hasta temo por mi vida”, miedo que sufrió durante mucho tiempo hasta que la mataron de un disparo en el rostro, en su vehículo, cuando llega a su domicilio.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su mañanera, se limitó a pedir no vincular en automático el asesinato con Bonilla. Además, no ha dejado de atacar a la prensa crítica en sus conferencias diarias.
Una muerte más de quienes se dedican a informar, ante el peligro, amenazas, desplazamiento por violencia, salarios raquíticos, cero prestaciones sociales y el incremento de despidos por el cierre de empresas periodísticas, factores que obligaron a la movilización nacional al sumar 148 comunicadores asesinados del año 2000 a la fecha, 28 de ellos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Al grito de “No se mata la verdad matando periodistas” y con veladoras en la mano, comunicadores de 65 ciudades de 30 estados, entre ellos Guerrero, Baja California, Quintana Roo, Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Sinaloa, Chiapas, alzaron la voz contra la injusticia gremial y los asesinatos.
En la Secretaría de Gobernación (Segob), frente al memorial tendedero de fotografías de Gregorio Jiménez, Francisco Pacheco, Regina Martínez, Javier Valdez, entre otros periodistas, leyeron un pronunciamiento en el que dieron a conocer las condiciones precarias en las que trabajan, en uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión.
En Guerrero, los reporteros protestaron en Chilpancingo, afuera de la delegación estatal de la Fiscalía General de la República (FGR), donde prendieron veladoras en señal de luto, también se movilizaron en Acapulco y Atoyac de Álvarez, para exigir justicia y el esclarecimiento de los tres periodistas asesinados en este mes de enero. En Acapulco protestaron frente al astabandera.
En 65 ciudades se movilizaron trabajadores de los medios de comunicación: Acapulco, Acayucan, Atoyac de Álvarez, Bahía de Banderas, Campeche, Cancún, Chetumal, Ciudad Acuña, Ciudad Valles Ciudad Obregón, San Luis Potosí, Ciudad Victoria, CDMX, Chihuahua, Chilpancingo, Coatzacoalcos, Colima, Comitán, Córdoba, Culiacán, Durango, Ecatepec, Ensenada, Guadalajara, Guanajuato, Juárez, La Paz BCS, León, Los Mochis, Mazatlán, Mérida, Mexicali, Minatitlán, Misantla, Monclova, Monterrey, Morelia, Morelos, Nuevo Laredo, Oaxaca, Orizaba, Piedras Negras, Playa del Carmen, Puebla, Puerto Vallarta, Querétaro, Rosarito, Reynosa, Saltillo, San Cristóbal, San José del Valle, San Luis Potosí, Tabasco, Tapachula, Taxco, Tecate, Tepic, Tlaxcala, Tijuana Toluca, Torreón, Tuxtla, Uruapan, Veracruz, Xalapa y Zacatecas.
Durante tres años seguidos, Reporteros Sin Fronteras ha considerado a México como el país más mortífero para la prensa, al registrar 10 periodistas asesinados en 2019, ocho en 2020 y siete en 2021, además de tres desaparecidos, situación que este año se visibilizó más al empeorar la situación por el desplazamiento por violencia de unos 40 periodistas, generando zonas de silencio en varias regiones de Guerrero.
Este año se hizo más evidente el riesgo de ser periodista en México, quizá por esa razón decidieron unirse reporteros de 30 estados y exigir justicia a una sola voz. La violencia continúa y se incrementa, por lo que, los reporteros, ávidos de información, desde diferentes lugares continuarán dando a conocer los hechos que se registren, con una cámara fotográfica, una grabadora y una libreta, sus armas para mantener informada a la sociedad, a pesar del temor de incomodar a grupos políticos o delincuenciales.
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