Me entero que los señores “servidores de la nación”, de Huitzilan, Puebla, montaron en cólera luego de leer mi colaboración pasada, por lo que han buscado la forma de justificar la cooperación que solicitaron a los pobladores para, supuestamente, comprar el terreno y pagar algunos trabajos donde se va a construir el Banco del Bienestar; sin embargo, hicieron caso omiso al último párrafo de mi escrito, que considero les convenía atender: “Estaría bien que los servidores demuestren que no es corrupción, pero con elementos reales”. Pero no, porque los traicionaron las vísceras.
Menciono dos sucesos en los que, lejos de aportar argumentos, atacan, manipulan y justifican su acción; además de que anuncian una campaña de linchamiento mediático.
A través de algunos compañeros de la comunidad de San Miguel del Progreso, familiares de don Leopoldo, quien aparece en los videos justificando la cuota de 200 pesos, mandaron a decir a los antorchistas “que le bajen, porque los van a buscar”. ¿Qué? No nos dijeron, pero advirtieron que también van a publicar en las redes.
Primero, si los señores de Morena o los “servidores de la nación” tienen evidencia en contra del Movimiento Antorchista o el Ayuntamiento, ¿por qué no la han publicado?, ¿se trata, acaso, de la misma perorata? o ¿están creando y preparando la evidencia o algunos actos para culpar al antorchismo o la administración?
Ya comenzaron. Difundieron una foto donde aparece la patrulla de la comunidad trasladando leña. ¡Oh! ¡Qué acto tan terrible de corrupción! ¡Qué falta de respeto hacia la comunidad! Claro, pedir dinero para el banco es nada, comparado con esta acción. Por cierto, seguramente la leña se utilizó para preparar la comida de algún convivio de la comunidad o es lo que se recogió después de una faena.
La segunda situación se dio el pasado jueves 30 de marzo, durante la reunión de padres y maestros de la Secundaria Técnica No. 100 con los “servidores de la nación”. Ahí, Vicente Luna, quien también solicitó cooperación a los beneficiarios de la cabecera, aseguró que el artículo busca manchar su imagen, así como la de su compañero Leopoldo. Él dio como argumento de peso que el Ayuntamiento sí presentó dos propuestas, pero no sirven porque “una es expropiación y otra no tiene documentos”, además de que aseveró que los “de arriba, los de la delegación, los de la secretaría” sí saben sobre el asunto y que está aprobado.
Por el momento no cuestionaremos si fue correcto utilizar esa reunión para justificar sus acciones, pero sí precisamos, en primer lugar, que existen dos actas circunstanciadas que Vicente Luna firmó y en las que se puede leer que “el inmueble federal denominado Tamayanteno, ubicado en San Miguel del Progreso” y “el inmueble municipal denominado Tatempan, ubicado en la salida carretera Huitzilan-Pahuata (…), ambos resultan viables para la instalación de una sucursal del Banco del Bienestar”; mismas que se complementaron con las actas de Cabildo para la donación. Entonces, ¿cómo es que de la noche a la mañana ya no sirven esos terrenos validados por el mismo Vicente Luna, quien firmó en representación de la Coordinación General de Programas para el Desarrollo, la Secretaría del Bienestar o el Banco del Bienestar? ¿Ya se le olvidó que firmó esos documentos?
Además, el 27 de julio de 2022, personal de la Sedena acudió al municipio porque un ciudadano quería donar su terreno ubicado en la cabecera municipal, pero debido a que no había documento que comprobara la posesión, entonces era necesario realizar un procedimiento legal que llevaría mucho tiempo y dificultaría avanzar con los trámites, por lo que no procedió. En esa ocasión, el personal de la Sedena destacó que es más viable la donación de un terreno a nombre del Ayuntamiento que uno particular, porque el trámite es más largo, ya que este se debe donar al Ayuntamiento, de ahí se deben elaborar las actas circunstanciadas y los cabildos de donación.
De la misma manera, resaltaron la importancia de que el lugar estuviera a nombre de la administración, ya que eso aceleraría los trámites, pues en ese entonces ya tenían el tiempo encima para la construcción. Pregunta: si dice Vicente Luna que ya está aprobado el terreno que está en proceso de compra, ¿ya no es necesario el trámite del que habló la Sedena?, ¿ya no hay necesidad de la intervención de la administración municipal?, ¿por qué no mostró el documento que compruebe que la acción es legal y está aprobada?, ¿no será que después de la publicación del artículo, se están apresurando a armar el expediente?, ¿quién realizará las actas circunstanciadas y de cabildo del nuevo terreno?
Al final de cuentas no hay argumentos sólidos ni verídicos que desmientan lo que se expuso en el escrito anterior. ¡Otra vez! Mentir, para ocultar la verdad, aunque la realidad siempre exhibe la verdad, como lo ha hecho en repetidas ocasiones, cuando el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador se ha jactado de haber terminado con la corrupción.
Forbes publicó, en enero pasado, que “México retrocedió dos puestos en el Índice de Percepción de la Corrupción de 2022 (IPC) que divulgó este martes la organización Transparencia Internacional, al caer del sitio 124 al 126 de 180 países evaluados, lo que implica una peor posición”. Datos que se complementan con un informe publicado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en el que se afirma que “durante su sexenio -de Andrés Manuel López Obrador- se ha registrado una disminución en la apertura de carpetas de investigación y sanciones por el delito de corrupción, lo que se ha traducido en un frente que no se ha traducido en “una política de Estado coherente, articulada y efectiva que contribuya a revertir el problema de la impunidad”… Ello ha llevado a que entre 2020 y 2021, el número de personas llevadas a prisión por delitos de corrupción pasaron de mil 942 a 857. Esto es una reducción de 55.88 por ciento en solo un año, de acuerdo con un censo del Instituto Nacional Estadística y Geografía” (Infobae, 19 de marzo). O sea, cada día se castiga menos a los corruptos.
Si lo que ocurrió en Huitzilan no es un acto de corrupción, entonces, que los “servidores de la nación” lo demuestren. Pero, insisto, con argumentos verídicos y no charlatanería o calumnias. Sean serios, señores.
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