El comercio ambulante es resultado de una economía subdesarrollada. ¿Acaso alguien cree que, si hay fuentes de empleo suficientes, bien remuneradas y con seguridad social, ya sea en el campo o en la ciudad, habría quien se expondría a estar a la intemperie, sufriendo las inclemencias del tiempo, a la orilla de banquetas o en plena vía pública y con todas las incomodidades que le son anejas a la labor informal?
Y la labor de desarrollar la economía mexicana ¿de quién es? ¿Quiénes son los que pueden y deben primero identificar las ventajas comparativas del país y después crear o reforzar los sectores productivos que las puedan aprovechar? ¿Quién debe fomentar la inversión productiva, el desarrollo tecnológico, el desarrollo de las economías del conocimiento y digital que hoy dominan el mundo, la elevación del nivel educativo hasta que podamos ser competitivos en el concierto mundial?
Nadie negará que dicha responsabilidad es del Gobierno. Ninguna de las administraciones de las últimas décadas ha podido ni querido remediar las carencias de nuestra economía, puesto que es más fácil continuar con lo de siempre: seguir siendo simples consumidores de recetas extranjeras como las de la mano invisible, la autorregulación de los mercados y seguir esperando las oleadas de “bienestar y bonanza” que empujen los vientos del norte. La administración lopezobradorista, por más que se desgañite desapareciendo de palabra el neoliberalismo, sigue la misma política que le dictan desde Washington.
México, si desea abandonar un día el subdesarrollo debe apoyarse, en lo interno, en un pueblo organizado que esté dispuesto a impulsar un modelo económico nacionalista verdadero, que ponga en el centro de sus políticas a las grandes mayorías del país, para que ellas sientan que se reflejan sus aspiraciones y sostengan a quien las encabece; en lo externo, debe apoyarse en países que han tomado distancia de las políticas neoliberales que encabezan los Estados Unidos, como China y Rusia, que impulsan una política mundial de desarrollo compartido por las naciones. Este uno de los pendientes de nuestro país que no se ha resuelto ni se resolverá con la política errática, sin rumbo, de la 4T.
Mientras este gran problema se resuelve, los gobiernos locales deben facilitar la labor de las personas que se colocan a vender en la vía pública. Si no quieren que “afeen” los centros de las ciudades, que pongan a disposición de los comerciantes espacios amplios y suficientes, bien ubicados, que faciliten la concurrencia de las personas y garanticen un mínimo de ingresos para quienes depende de esta actividad económica.
Esto es exactamente lo que el Movimiento Antorchista de Sinaloa ha estado pidiendo a las autoridades del ayuntamiento de Ahome, donde se sitúa Los Mochis, desde hace cinco años: Que asigne locales disponibles en el Mercado 030 a comerciantes que frecuentemente son hostigados por personal de la Dirección de Inspección y Normatividad, que son extorsionados o desalojados. La oferta del Ayuntamiento es: ¡un local disponible para los comerciantes! Irrisorio. Por eso, los comerciantes deben unirse ante tamaña burla y pedir una respuesta aceptable para su reubicación. A todos en Los Mochis les conviene, por lo que pedimos el apoyo de la opinión pública mochitense.
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