Como resultado de la jornada de lucha llevada a cabo el pasado miércoles 13 de Octubre por parte del Movimiento Antorchista en Jalisco, que incluyó una intensa actividad en redes sociales y una combativa marcha por las calles del Centro Histórico de la ciudad de Guadalajara que culminó con un mitin frente a la sede del Poder Ejecutivo Estatal, para pedir la intervención del Gobernador del Estado, Enrique Alfaro Ramírez en la solución de los puntos más importantes de un pliego petitorio, el Gobierno estatal ofreció diálogo con la dirigencia del antorchismo jalisciense. 

Considero necesario mencionar que, desde el arranque de la marcha, elementos de la Secretaría de Vialidad e incluso de Seguridad Pública prestaron auxilio vial a los manifestantes, con lo cual el contingente avanzó sin correr riesgos. Es oportuno reconocer que esta acción no se compara con los impresionantes operativos policiacos que están implementando, sobre todo, los gobernantes afines a la “Cuarta Transformación” para contener el avance de alguna manifestación hacia sus oficinas como los indignantes casos de la Ciudad de México y la brutal represión contra los trabajadores de la refinería de Dos Bocas en Tabasco.

Tal como se informó a la opinión pública, durante la manifestación el secretario general de Gobierno. Enrique Ibarra Pedroza se comunicó para ofrecer una reunión de trabajo para el 14 de octubre. El compromiso adquirido por el Gobierno estatal se dio cumplimiento, en donde se revisaron los puntos contemplados en el mencionado documento petitorio, estableciendo plazos y algunos mecanismos de solución, pues se tratan de necesidades de primer orden cuyas soluciones son impostergables. 

Para los que se permitan leer esta modesta colaboración, me interesa destacar que con lo brevemente relatado, en Jalisco se puede decir que hasta el momento al Movimiento Antorchista se le ha respetado el derecho Constitucional a la manifestación pública, lo cual es correcto ya que si se transgrede este recurso y no se resuelven las causas que originan las protestas, como consecuencia de ello la inconformidad del pueblo puede adquirir manifestaciones de otro tipo que pueden llegar a ser mucho más radicales. De igual manera, el hecho de que los servidores públicos estatales accedan finalmente a entablar diálogo con los manifestantes y llegar a acuerdos con ellos, es una actitud positiva. 

Sin embargo, es necesario dejar en claro que el antorchismo jalisciense espera soluciones concretas y no solo buen trato. Aunque suene repetitivo, las demandas que enarbolan los Antorchistas de la entidad, así como, las de todo el país, son justas y legítimas. Efectivamente, se tratan de necesidades elementales a las que todo mexicano tiene derecho a acceder, consideradas incluso como derechos universales. Las peticiones consisten en: servicios básicos, educación, salud, vivienda, entre otras igualmente urgentes que necesitan ser atendidas y resueltas, pues estas carencias son la causa de la desigualdad y la pobreza como registran las mismas estadísticas oficiales. Veamos.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), estima que una persona está imposibilitada para ejercer uno o más derechos cuando presenta carencia en al menos uno de los siguientes seis indicadores:  rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. Con base a estos indicadores, el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) registra que en lo que se refiere al promedio de las carencias de la población en situación de pobreza en el estado, aumentó de 2.1 en 2018 a 2.2 en 2020. 

De acuerdo con datos del IIEG, en lo que respecta al porcentaje de la población en situación de pobreza en el estado, entre 2018 y 2020 la proporción pasó de 27.8% a 31.4%, respectivamente, lo que representó un incremento relativo del 13.0% en el indicador. Conforme a estas cifras, para 2020 tres de cada diez jaliscienses se encontraban en situación de pobreza. Como se ve, la situación del pueblo de Jalisco es complicada a pesar de que por diversos medios se viene dando a conocer que repunta la economía de la entidad en 2.2% y con ello se ubica en el cuarto lugar nacional. 

Por lo anterior, hay sobrada razón el llamado del Movimiento Antorchista hacia las autoridades a que resuelvan oportunamente las demandas de sus gobernados agregados en las filas de Antorcha, en caso contrario estarán desvirtuando el recurso del diálogo y quedará exhibido solo como una de sus estrategias políticas para evadir la obligación que tienen y serán los responsables de cualquier acción que decidan tomar los afectados por los incumplimientos, entre ellas salir a las calles a exigir soluciones. Por el momento, el antorchismo jalisciense está en espera de soluciones.