El Movimiento Antorchista, desde su nacimiento, en 1974, inició la lucha por mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, lucha contra la pobreza que ya entonces azotaba duro a las familias. En los inicios, el grupo que era encabezado por el Ing. Aquiles Córdova Morán, era conformado por apenas unos 30 hombres y mujeres, entre ellos campesinos y profesionistas con ganas de cambiar las cosas en el país de manera positiva.
Hoy, 49 años después, esa lucha sigue y aquellos 30 hombres se han multiplicado en más de dos millones de mexicanos que se encuentran trabajando en toda la república mexicana con base en aquellos principios que cimentaron los fundadores de este movimiento. Aquello que se planteó entonces, hoy está más vigente que nunca, pues la pobreza no sólo no ha cesado, sino que ha crecido de manera exponencial.
Para tratar de cambiar un poco, en el corto plazo, la situación en que viven los mexicanos, el Movimiento Antorchista ha hecho trabajo de gestoría ante las diversas dependencias de los tres órdenes de gobierno, con el fin de pellizcar, aunque sea una milésima parte, la riqueza que producimos los mexicanos, parte de la cual la concentra el Gobierno mexicano que nos quita a todos por igual a través de los impuestos, que no se distribuye de manera igualitaria, ni mucho menos equitativa.
Sabedores de que este trabajo de gestoría, por muchas demandas que se resuelvan en beneficio de los mexicanos, no cambiará las suerte de los más desprotegidos, por eso, paralelamente, desde su nacimiento, el Movimiento Antorchista ha formado líderes con capacidad suficiente para transformar al país de manera positiva, con propuestas nuevas, estudiando de fondo el problema fundamental de tanta pobreza, marginación, injusticias y todos los males que padece nuestro país, y una vez estudiado el fondo del problema, trazar las líneas de conducción hacia una patria nueva, con justicia social para todos, donde cada quien tenga lo mínimo indispensable para vivir de manera decorosa, en donde, por ejemplo, cada quien tenga para mandar a sus hijos a la escuela, que tenga garantizada la salud para toda su familia, vivienda digna, alimentación, servicios básicos como el agua, luz, drenaje, y pueda pagar sus vacaciones. Así también, se ha dado a la tarea de educar a las masas populares para que el día de mañana estén preparadas para lo que indiquen los dirigentes.
Para lograr tal transformación, el Movimiento Antorchista ha diseñado un modelo económico nuevo para nuestro país, basado en un análisis riguroso y científico que consiste en cuatro puntos fundamentales: 1) Crear empleos para todos los mexicanos en edad de trabajar que quieran hacerlo; 2) Elevar los salarios; 3) Imponer impuestos progresivos, esto es, obligar a los que ganan más que paguen más impuestos y a los que ganan menos que paguen menos, contrario a lo que sucede hoy; y 4) Que el dinero de los mexicanos se distribuya de manera equitativa, preferentemente a favor de los que menos tienen, contrario también a lo que sucede hoy, con los multimillonarios como Carlos Slim, Salinas Pliego y otros, quienes reciben miles de millones de pesos en contratos, mientras que el pueblo se tiene que conformar con 900 míseros pesos.
Pero antes de que lleguen las condiciones para llevar a cabo tal transformación (parece que nos estamos acercando mucho) tenemos que seguir, como lo ha insistido nuestra organización de manera reiterada, por el camino de nuestra preparación y por el camino del trabajo de gestoría, por eso hemos iniciado, en el caso de Durango y sus municipios, una serie de antesalas en distintas áreas de gobierno para lograr plantear las necesidades más apremiantes de las diversas localidades de nuestra entidad, y nuestra invitación para que todos estén pendientes de la reacción y la respuesta de las autoridades.
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