El deporte reúne multitudes, las anima, las impulsa y las hace sentir orgullosas de los triunfos de sus equipos y/o de los deportistas con que se sienten identificados; por el contrario, las derrotas o la falta de éxito de equipos o deportistas, hace que sus seguidores se desanimen o desmoralicen cuando no se obtiene la victoria.
Por ejemplo, en los campeonatos mundiales de fútbol, puede decirse que naciones enteras, están pendientes del triunfo o la derrota de sus selecciones nacionales o del resultado en otras ramas del deporte individual o colectivo.Y, no se diga el caso de que una selección nacional llegue a ganar un campeonato mundial, entonces se presenta el caso (ciertamente exagerado) de un casi endiosamiento de sus jugadores, elevados casi a la categoría de héroes.
La capacidad que puede tener el deporte para unir pueblos la conocen y lo han aplicado hombres como, Nelson Mandela que, en 1995, apoyó al equipo de rugby, para unificar a Sudáfrica, dividida en ese tiempo de manera radical entre blancos y negros.Gracias al triunfo de los Springboks que ganaron, increíble y sorprendentemente al equipo favorito de Nueva Zelanda, lo cual hizo sentir identificados y orgullosos a 43 millones de sudafricanos.
El problema está en que la práctica masiva, sistemática y bien dirigida del deporte en México está prácticamente olvidada.Solo se apoya, se publicita en los medios aquello que puede representar un beneficio político o un negocio redituable.
El apoyo al deporte en México es muy raquítico y casi nulo.El resultado lo conocemos perfectamente bien los mexicanos, a pesar de que, como en el fútbol, se tiene lo que se llaman deportistas profesionales, la verdad es que ni aun así se llegan a tener triunfos de carácter mundial y lo mismo, o peor, ocurre con el basquetbol y voleibol en nuestro país, deportes que, como maldición, están controlados por grupos con intereses mezquinos y divididos al máximo en ligas que tampoco han posibilitado ningún triunfo trascendente e importante para nuestro país.
Y no es que los mexicanos seamos incapaces de lograr triunfos a nivel mundial pues lo hemos hecho, pero cuando esto se ha dado se debe mas al empeño y esfuerzo individual, que al apoyo que el Estado Mexicano da o debería dar a los deportistas mexicanos.En ese sentido tenemos a deportistas como Felipe Muñoz, Ernesto Canto, Fernando Platas, etc.solo por mencionar algunos.
No hay subsidios a los clubes o ligas deportivas, no hay becas para niños y jóvenes que prometan poder llegar hacer atletas de alto rendimiento, tampoco hay interés por formar instructores y construir instalaciones deportivas suficientes con el equipo conveniente y digno.La práctica del deporte en México esta olvidada, aunque se diga lo contrario y eso, en parte, explica por qué somos el primer país con el mayor índice de obesidad en el mundo.
Los antorchistas sabemos lo anterior y mucho más, pero sabemos que no solo debemos exponer la falta de espacios, y consecuentes con lo anterior, trabajamos para cambiar esta situación: conseguimos instructores y formamos equipos en todos los deportes, explicamos y motivamos a los niños, jóvenes y adultos, los argumentos de porqué hacer deporte, gestionamos y aplicamos recursos para construir unidades deportivas y, para evaluar nuestros resultados, organizamos cada dos años, en Tecomatlán Puebla, competencias deportivas y, de esto, podemos decir que hemos tenido éxito, pues a nuestros eventos acuden miles de deportistas de todo el país.
Por esta razón invitamos a todos los antorchistas, amigos y simpatizantes, practicantes del deporte, a que acudan a esta XIX Espartaqueada Deportiva Nacional que se celebrará del 27 de enero al 4 de febrero, en la unidad deportiva de Tecomatlán, Puebla.
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