Desde nuestra modesta opinión la mayoría de los mexicanos deseamos un país en el que cada uno de nosotros tenga la posibilidad de encontrar empleo seguro y bien remunerado, que permita alimentar, vestir y calzar a nuestra familia, darle educación y salud de calidad a nuestros hijos para que ellos, a su vez, se conviertan en ciudadanos sanos y vigorosos que contribuyan con sus conocimientos y su energía al desarrollo y crecimiento de la economía nacional, donde los trabajadores, profesionistas y empresarios tengan la oportunidad de plasmar su creatividad y encuentren un ingreso económico adecuado y suficiente.Un país así tendría menos dificultades para que sus habitantes paguen puntualmente sus impuestos y el Gobierno obtendría las contribuciones necesarias para con ellas crear obras de infraestructura que nos encaminen a la ruta de la prosperidad.Preguntémonos ahora ¿qué están haciendo las autoridades para convertir en realidad este anhelo? ¿Están generando los empleos que se necesitan en este momento o cuidando que no se pierdan a causa de la Pandemia las fuentes de trabajo existentes? ¿Se están utilizando nuestros impuestos para construir obras como hospitales, apoyar al campo y a las micro, pequeñas y medianas empresas? ¿Están velando, ya no digamos por la mejoría de los salarios, sino cuando menos, por que se conserven los ingresos que se tenían antes de la contingencia y que los trabajadores tengan alimento mientras dura la cuarentena? ¿Están cuidando correctamente nuestra salud con información precisa y confiable y, sobre todo, con médicos y espacios hospitalarios? ¿están canalizando y atendiendo adecuadamente a los enfermos para garantizar su recuperación? ¿Se están destinando recursos para compra de equipo médico y medicinas o nos están matando por omisión? ¿Se está haciendo algo para que después de la Pandemia no caiga sobre nosotros la plaga del hambre, el desempleo y la inseguridad? Si la respuesta a la mayoría de estas interrogantes es negativa entonces estamos en todo nuestro derecho de oponernos a la política de este Gobierno de la 4T por ineficiente e inadecuada.En un país democrático como el nuestro, buscar mejores opciones para alcanzar lo que necesitamos o conformar alianzas que nos permitan elaborar un mejor proyecto de nación y luchar por su realización en el terreno de los hechos no solo es un derecho, es una obligación de todo ciudadano bien nacido; y con mayor razón cuando todos sabemos que se han hecho llamados una y otra vez al Gobierno federal a enmendar el olvido en el que tiene las necesidades de la gente, estrellándonos en su total indiferencia.No queda, pues, otra salida que buscar o construir alternativas viables.
Lejos de retroceder avergonzados cuando el Presidente exige que nos definamos si estamos a favor o en contra de su proyecto, debemos recordar que siendo ciudadanos mexicanos en pleno uso de nuestras garantías constitucionales tenemos que dar un paso al frente en nuestra decisión de luchar por nuestras convicciones y convocar a todos aquellos que coinciden con nosotros a sumar fuerzas que nos permitan avanzar hacia un país más justo; porque lo contrario sería acobardarnos, sería "amainar el plumaje al primer ruido" justo cuando la razón y la realidad coinciden en indicarnos que las acciones que está tomando este Gobierno no van encaminadas a resolver los problemas de fondo de nuestro país: no se ataca el desempleo; no se está haciendo nada por cuidar y mucho menos para mejorar el ingreso de las familias mas pobres; no se está planteando una política fiscal justa y adecuada; tampoco se están invirtiendo los recursos públicos para crear obras indispensables como carreteras, hospitales, escuelas; no se está atacando el déficit de vivienda en el país ni en servicios como electrificaciones, drenaje y agua potable; por lo tanto sería un crimen, aquí sí, quedarnos de brazos cruzados esperando que por arte de magia se resuelvan por sí solos los males aquí esbozados.Entendemos que se están destinando recursos para programas de entrega monetaria directa hacía algunos sectores de la población, pero ya de sobra sabemos que desde que se crearon hasta la fecha, solo han venido cambiando de nombre de Oportunidades, Progresa, Prospera, etcétera, sin que hayan logrado disminuir la pobreza ni reducido la desigualdad; es más, se sabe que los programas de este tipo implementados por el Gobierno de López Obrador ni siquiera han cumplido con sus propias metas.Por ejemplo, desde su última evaluación, el programa "Sembrando vida" no había alcanzado ni el 14%; mientras que los más de 2 millones de créditos destinados a "rescatar" a las micro y pequeñas empresas con paquetes de 25 mil pesos, solo se había logrado colocar alrededor de 150 mil acciones, porque la gente se da cuenta que tal cantidad solo serviría para endeudarse sin resolver realmente sus problemas.Por lo tanto, ha llegado el momento de tomarle la palabra al Presidente, ha llegado el momento de definir si queremos un país mejor que el que nos ofrecen los actuales políticos y gobernantes.Si esto es así, no queda más remedio que lanzarnos con decisión a formar de una vez por todas un frente nacional que aglutine a todas las expresiones políticas e ideológicas que no solo deseen, sino que estén dispuestos a dar la lucha incluso en el terreno electoral, por un México más equitativo y más humano para todos.
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