Desde su fundación en 1974 en el municipio de Tecomatlán, Puebla por un grupo de 30 universitarios campesinos encabezados por el ingeniero agrónomo Aquiles Córdova Morán, líder y actual Secretario General, el Movimiento Antorchista Nacional ha propuesto como su principal objetivo la organización y educación política de los sectores más humildes y marginados de nuestro país para luchar entre todos por una patria más justa y equitativa para todos.
Basados en un riguroso estudio de las condiciones políticas y sociales del país y en la propia experiencia del pueblo de Tecomatlán, los Antorchistas de aquel naciente movimiento, llegaron a la conclusión de que el principal problema del país era -y sigue siendo- la injusta distribución de la riqueza que producimos todos los mexicanos, pues a pesar de que nuestro México es considerado como una de las 15 mejores economías del mundo, más de la mitad de sus habitantes viven sumidos en la miseria (según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de 2018 al 2020 la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9% y el número de personas en pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones de personas).
Hoy después de más de 4 décadas de lucha ininterrumpida de la mano de mujeres y hombres del campo y de la ciudad y gracias a la acertada dirección de nuestro Secretario General y de la Dirección Nacional en su conjunto, los Antorchistas de todo el país nos mantenemos firmes nuestro anhelo de luchar por una mejor vida. No buscamos sólo resolver los intereses inmediatos de las capas más desprotegidas, contar con los servicios básicos indispensables como agua potable, luz eléctrica, salud, educación, etc, es necesario, pero los Antorchistas queremos lograr un cambio profundo en México y en los mexicanos; buscamos despertarlos y educarlos para que luchen no solo por mejores condiciones de vida para ellos, sino también y sobre todo, para las nuevas generaciones.
Los activistas no trabajamos desde una oficina, no; acudimos a cada comunidad, a cada colonia o centro de trabajo donde se realizan reuniones de información y pláticas periódicas con grupos de campesinos, colonos, obreros, estudiantes y profesores para dar a conocer de manera clara y sencilla los propósitos de la organización y tratar de recoger y priorizar sus problemas más sentidos para que de manera organizada participen en la solución de estos mediante la gestión y la lucha ante las dependencias correspondientes de los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal). Esto ha traído como consecuencia que diversos actores políticos nos vean como enemigos, principalmente en épocas electorales. Quienes así piensan son sobre todo los viejos caciques o políticos de las comunidades que por años han detentado el poder ellos, sus familiares y su círculo de amigos e incondicionales.
Pero la lucha de Antorcha va mucho más allá que una simple lucha entre partidos políticos, como ya señalaba líneas arriba, nuestra organización no considera enemigos a los panistas, perredistas, priistas, emecistas, verde ecologista, morenistas o de cualquier otro partido; nuestra lucha es por la organización y educación política de todo el pueblo de México sin distinción de partido o credo religioso. Pretendemos que el pueblo se organice y se eduque políticamente como condición indispensable para lograr una trasformación profunda del país, porque estamos convencidos y así lo hemos constatado en nuestra brega diaria, que solo el pueblo organizado y consiente puede y debe lograr esa transformación que han prometido numerosos políticos que una vez encaramados en sus cargos, se olvidan de aquellas promesas de campaña y lejos de atender las legítimas necesidades de sus representados, les niegan la atención o les dan con la puerta en la cara, con el argumento de que “no trabajan bajo presión”.
Hoy a mitad del periodo de gobierno de quien durante por años prometió ser la esperanza de México y de quien utilizo como slogan de campana la frase de “por el bien de México, primero los pobres”, vemos con preocupación cómo la suerte de los olvidados se siempre se complica cada día más.
En un artículo de Marco A. Mares publicado en el portal eleconomista.com.mx
Como se puede ver, no es necesario ser especialista en economía para darnos cuenta de la urgente necesidad de luchar por un verdadero cambio en nuestro país, basta recorrer la periferia de las grandes ciudades donde se asientan numerosas colonias o visitar comunidades rurales sin los servicios básicos propios de una vida moderna.
Por lo anterior, hoy como hace más de 4 décadas el llamado del Movimiento Antorchista Nacional se escucha con más fuerza. ¡Organízate y lucha!
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