Con motivo de su Tercer Informe de Gobierno del licenciado, Andrés Manuel López Obrador, presidente de la república, que entregó al Congreso de la Unión, como lo señala la ley el pasado primero de septiembre, en la mañana de ese mismo día, dio un mensaje al pueblo de México rodeado de su gabinete legal, ampliado y su esposa en un salón de Palacio Nacional.
Todos los mexicanos que escuchamos el estado que guarda la administración federal, esperábamos un informe largo en tiempo, además de que hubiera algún acto de autocrítica y de reconocimiento de los problemas torales por los que está pasando el país. Pero para sorpresa de la mayoría de los escuchantes, fue un acto muy corto y, en relación al reconocimiento de los pendientes de este gobierno, nada nuevo de lo que ya hemos visto.
Podemos decir que la mayoría de los que tuvimos información en relación a estos tres años de gobierno, estamos de acuerdo que lo narrado por el presidente no refleja lo que se vive en el quehacer diario en la vida de los mexicanos, solo a manera de ejemplo señalaré lo relacionado a seguridad pública, salud y combate a la pobreza: en lo que hace a la seguridad del pueblo mexicano, según las cifras de encuestas serias, de organismos nacionales e internacionales en materia de este rublo, señalan que en esta administración hay más violencia que las del PRIAN; es decir, no funciona la política de "abrazos y no balazos", además de que el ejército no regresó a los cuarteles, la Guardia Nacional que sería la panacea para resolver este flageló de la sociedad ha resultado ser casi un fracaso.
Se dijo que en materia de salud se atendió a todos los que se enfermaron de covid, que nadie sufrió por no tener una cama disponible, ni por no contar con medicinas para su atención. Lo cierto es que en muchos lugares no había disponibilidad de camas para enfermos de este virus, tenían que ser atendidos en clínicas particulares o en sus domicilios, de esto los medios de comunicación dieron cuenta de miles de pacientes y familiares que vivían este viacrucis, en relación a los medicamentos en los hospitales de gobierno se tenía que comprar lo necesario para su atención médica, qué decir de los que corrieron con menos suerte y fueron abandonados con remedios caseros y tés, es decir, a la voluntad del Dios. Qué decir también de los niños con padecimiento de cáncer a los que no se les dio sus medicamentos, además de la burla de los gobernantes de decir que era un ataque de los conservadores.
En combate a la pobreza, que fue y es la consigna de la cuarta transformación, los datos no son alentadores hoy hay números cerrados 10 millones de pobres mas según datos del Coneval, lo cierto es que en la mayoría de los hogares mexicanos no se ve que sean primero los pobres en ayudárseles.
De lo comentado hasta aquí me viene a la memoria, el hecho de que, desde Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, todos ellos expresidentes de la república, en su momento decían que las cosas estaban bien, que el pueblo mexicano era feliz, feliz, y vimos cómo Calderón y Peña entregaron la estafeta a otro partido político diferente al que los encumbró en el poder.
Podemos decir, sin ganas de polemizar, que los problemas del país no solo no se resuelven, sino que, al contrario, se agravan, la inseguridad y la pobreza crecen y al pueblo se le deja a su suerte ante esta pandemia.
Llama la atención que el Tercer Informe de Gobierno se haya dado a conocer con sus más fieles seguidores y arrinconados en un salón, lejos de los reflectores del pueblo que tanto le gustan al presidente.
Algo huele mal, algo no cuadra, ¿será que las pasadas elecciones de junio, la pérdida de la mayoría calificada de la cámara de diputados y el fracaso de la consulta para enjuiciar a los expresidentes les está diciendo algo al partido en el poder? Además de que en estos últimos días en la cámara de senadores se les vio más moderados a los de Morena.
Pero independientemente de lo que sea, el pueblo debe tener claro que las cosas no las van a resolver los gobernantes y mucho menos si se trata de beneficiar a los parias, por tanto, debemos de seguir organizados y atentos a los acontecimientos de la política de gobierno de la “Cuarta Transformación” y no dejarnos llevar por los cantos de sirena, cuando tengamos que inconformarnos hagámoslo seguros de que nos asiste la fuerza de las ideas y la razón, y tarde que temprano, pero más temprano que tarde, ¡ganarán los humildes!
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