La primera semana del mes de febrero de 2022, Amazon, la empresa de comercio electrónico, con presencia internacional y con una plantilla cercana a 1.5 millones de empleados, anunció que incrementaría el sueldo base máximo de sus empleados corporativos y tecnológicos. El incremento es de más de 100% del salario máximo base anterior: de 160 mil dólares anuales, se pasó a 350 mil. La empresa no hizo una estimación del incremento del gasto debido a esta nueva política salarial porque “el salario percibido por cada trabajador es “único” dado su desempeño, su compromiso, etc.
A nadie se escapa que, en estos tiempos de crisis económica, una de las pocas actividades económicas que se expandió fue la del comercio electrónico. Las ventas de este sector ya equivalen a 30% del PIB mundial. Este sector está dominado por unas cuantas empresas con un gran poder de mercado que obtienen sus beneficios primero de la venta de su servicio como plataforma para los vendedores minoristas (89% de los vendedores son externos a la empresa) y del valor que generan sus trabajadores en la paquetería y transporte de las mercancías.
Amazon registró en los últimos cinco años un vertiginoso crecimiento; en estos años el número de trabajadores se multiplicó por cuatro y el crecimiento parece que continuará, aunque probablemente no con la misma velocidad. Con sus ganancias ha ocurrido lo mismo. Su propietario se halla ubicado entre los hombres más ricos del planeta. El impacto que este el incremento salarial recientemente anunciado puede tener en las ganancias de Amazon es prácticamente nulo y su magnitud se puede rastrear en las cuentas de la empresa durante 2021. En abril de ese año, Amazon anunció un incremento de entre 50 centavos y tres dólares la hora de trabajo para sus trabajadores de Estados Unidos de las secciones de paquetería y reparto (las más grandes). Este incremento vino de la mano con una expansión de su plantilla laboral. Durante ese mismo año, las ventas de Amazon crecieron 22%; el beneficio neto de la empresa, 56%; y el valor de cada acción financiera, 13%. En 2021, mientras que Jeff Bezos aumentó su riqueza (ojo, no su ingreso) en 13 millones diarios, el ingreso del trabajador de Amazon que consiguió el mayor incremento salarial apenas vio 24 dólares más en su cuenta. La diferencia es un abismo.
La empresa ha sido denunciada con regularidad desde el 2015 de condiciones laborales de pena. Asimismo, se le ha evidenciado porque la represión que ejerce contra los trabajadores y los sindicatos que se atreven a denunciar públicamente las condiciones de inseguridad y salariales de la empresa. En 2018 la empresa aumentó el salario mínimo a 15 dólares por hora. Un salario por debajo del promedio del sector privado de ese país de 28 dólares por hora. La precariedad ha resultado en que la empresa ha tenido que enfrentar una alta tasa de renuncia de los trabajadores contratados y de rotación del personal en todos de los segmentos de producción de la empresa (en una encuesta hasta 45% de sus empleados corporativos dijeron que debido al salario estaban buscando otro empleo). Esta es la causa principal de la más reciente decisión de incrementar los salarios, como ellos mismos lo han expresado. Y sin embargo, aun con el incremento, el salario base sigue estando por debajo del de las otras gigantes del sector tecnológico a saber, Microsoft, Apple o Google.
En la columna “Dinero” del periódico La Jornada del 8 de febrero, su autor Enrique Galván Ochoa, al referir la noticia del incremento salarial de Amazon escribió: “Hacen falta muchos Jeff Bezos en México”. ¡Vaya lectura! Lo que sí necesitamos son trabajadores y sindicatos decididos a exigir mejores condiciones salariales.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario