Ya arrancaron las campañas electorales para elegir al próximo gobernador de Durango y al primer grupo de presidentes municipales, dentro del cual se encuentran los municipios más grandes, como Durango, Gómez Palacio y Lerdo.
El próximo 23 de abril harán lo propio los candidatos del segundo grupo, en el que se encuentra el Mezquital, municipio que le toca atender a un servidor, junto con un equipo de jóvenes antorchistas, de gran corazón y con ganas de cambiar las cosas que no están bien en el municipio.
Y no es una simple retórica porque son evidentes los frutos de 12 años de un arduo trabajo, no solo de los activistas del Movimiento Antorchista, sino de una buena parte de los militantes y simpatizantes del antorchismo, resultados que están a la vista de todos, de propios y extraños. En el municipio hemos obtenido, de manera súbita, logros impresionantes que la misma gente creyó inalcanzables: domos, canchas deportivas, aulas escolares, bardas perimetrales, paquetes de lámina galvanizada, mejoramiento de vivienda, cuartos adicionales, arreglo de caminos, oficinas para autoridades civiles, fertilizantes, insumos agrícolas, proyectos productivos, alimento para ganado, semilla de avena. Hoy son muy pocos los pueblos del municipio que no se han beneficiado gracias a la lucha del Movimiento Antorchista.
Pero estos logros, como ya lo sabe la gran mayoría de los antorchistas, son solo algunos de los pasos para alcanzar el propósito fundamental del Movimiento Antorchista, que es tomar las riendas de nuestra patria, un requisito indispensable para empezar a cambiar, de raíz, los problemas que tanto han afectado a nuestro querido México.
El Movimiento Antorchista ha propuesto 4 ejes cardinales que habrán de ponerse en práctica una vez que el pueblo tome el poder, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los mexicanos: 1) generar empleos para todos los mexicanos en edad de trabajar, 2) elevar los salarios, 3) obligar a los que ganan más que paguen más impuestos y 4) que el dinero de los mexicanos que junte Hacienda, se invierta más en las clases bajas, o sea en los más pobres, y menos en las clases altas porque hoy eso no sucede, a pesar de que el gobierno de Morena lo repite hasta el cansancio.
Tenemos que pensar nuestro voto en el presente proceso electoral que, aunque ya sabemos que ningún candidato se va a acercar, ni por accidente, a lo que propone nuestra organización, porque todos ellos traen intereses ajenos al pueblo, sean del partido que sean. Los candidatos, una vez llegando a la presidencia municipal, lo primero que harán es ponerse a las órdenes de quien los propuso como candidatos y de quienes invirtieron dinero para la entrega de gorras, playeras, bolsas, dinero en efectivo, con la geta del candidato; y después, mucho después, si algo sobra, atenderán al pueblo.
Aunque ya sabemos lo anterior, dentro de lo malo, existe lo peor, como es el caso de Morena. Y no es para menos, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador eliminó el programa Prospera, el Programa Ganadero, el Empleo Temporal, los Comedores Comunitarios, el Seguro Popular, el programa de mejoramiento de vivienda y paquetes de láminas galvanizadas, el ramo 23 de donde se podían bajar obras públicas como canchas deportivas, bardas, domos, aulas escolares, el programa de fertilizantes y muchos otros apoyos que iban destinados a los campesinos pobres de esta patria. Así que pensemos bien antes de emitir nuestro voto, la alianza Morena-PVEM-PT no está a favor de los pobres.
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