Nicolás Romero, Méx. Sus ojos grandes color café claro reflejan la fortaleza que ha debido desarrollar para reconstruirse en los últimos años.La gente que pasa frente al puesto donde vende pollo, la saluda y amablemente responde con un "buenos días".
El día para Elsa Vázquez Almazán, de 39 años, inicia a las siete de la mañana para preparar café, comprar pan blanco y desayunar con su familia, pero el ser madre y esposa ha resultado una tarea doble; una lucha que tiene que enfrentar al tener cuatro hijos, dos de ellos con capacidades diferentes.El autismo y la parálisis cerebral son enfermedades que forman parte de su vida, sin contar que su fuerza y atenciones deben alcanzar para atender también a su esposo, quien padece glaucoma y diabetes.
Elsa dio a luz a Jesús Roberto cuando ella tenía escasamente 17 años, sus nueve meses de gestación los vivió tranquila, sin complicaciones; pero asegura que el día del parto sufrió negligencia en la clínica 13 de Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicada en la delegación Atzcapozalco, ya que asegura que su fuente se rompió y se tardaron en atenderla,.Elsa piensa que ese fue el motivo del cual ella su hijo tiene autismo.
Según la organización de Naciones Unidas (ONU) el autismo es un trastorno neurológico que afecta el funcionamiento del cerebro, trastorno que trae importantes dificultades económicas a las familias dada la falta de recursos de salud en los países en desarrollo, la estigmatización y la discriminación asociados con estas enfermedades, también siguen siendo obstáculos importantes para el diagnóstico y tratamiento.
En este contexto, Elsa afirma que Angelina Carreño Mijares, durante la campaña rumbo a la presidencia municipal, prometió ayudar a este sector, pero no ha sido así, dice, pues ella ha ido al municipio con la esperanza de que la promesa de la edil sea cumplida, pero desafortunadamente, eso no ha sido ha así.La prepotencia y discriminación hacia su hijo y las contestaciones por parte de las 'autoridades', fueron que ellos no atendían a los discapacitados.
Vázquez Almazán, no sólo atiende a su hijo con autismo sino que se ha hecho responsable de la hija de su pareja, la cual tiene paralasis cerebral y también está perdiendo la vista: "María Guadalupe es más tranquila que mi hijo, las crisis que le dan son cada vez peores, la agresividad, los golpes que se da así mismo es una situación que una no sabe cómo controlar".Elsa ha tenido que ir al hospital psiquiátrico Fray Bernardino, ubicado en la Ciudad de México, para que le den medicamento y sobrellevemos la enfermedad".Pero aquí, en Nicolás Romero nadie se preocupa por la gente que pacede estas enfermedades.
Para Elsa y su familia la vida es difícil, ella tiene que pagar la renta del puesto que le prestan para vender pollo, comprar los medicamentos de sus dos hijos, y tratar las enfermedades de su esposo, sin contar la pequeña inversión que hacen para comprar su producto, viven al día y el dinero ganado se les va en el medicamento de sus enfermos, sin contar que su hijo el más pequeño aún estudia.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario