Muchos son los problemas que se presentan en Nayarit y en cada uno de sus municipios; si revisamos las pequeñas localidades y rancherías que las componen, nos daremos cuenta de que hay necesidades graves, pero hay otras que podrían resolverse con una pizca de voluntad de los gobernantes.
Los activistas del Movimiento Antorchista realizamos nuestra labor precisamente en comunidades alejadas, llegamos a lugares donde hay casi nada de desarrollo, ni un puente, ni una clínica con medicamentos básicos y elementales para salvar la vida del hombre, ni una escuela con un edificio digno y muchas veces ni escuela; pero los activistas de Antorcha también trabajamos en colonias populares de las áreas urbanizadas en donde la situación es similar a la ya descrita.
Tepic, que es la capital de Nayarit, por ejemplo, cuenta con colonias que, al caminar por ellas, da la impresión de que uno se encuentra en alguna comunidad rural; lodo, pozos, baches, no hay escuelas (los niños y jóvenes deben salir a otras colonias lejanas a estudiar), no hay clínicas, la basura no se recoge y, además, no hay un buen servicio de agua potable y alcantarillado que agrava todavía más la vida de los colonos.
Hace un año que el pueblo tepicense decidió votar por la 4T, alcaldes y regidores fueron elegidos más que por alguna trayectoria política, por ser cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), o simplemente por halagarlo, pero a un año de distancia no se han visto obras a favor del pueblo en las colonias de la capital, por el contrario, los recortes al servicio de agua potable y alcantarillado dejando a cientos de familias sin poder limpiar sus hogares ni asearse (en plena pandemia por la covid-19) fue de las primeras acciones hechas por el gobierno del Tepic que sonríe, atentando contra la salud y la vida de los capitalinos.
A estas acciones negativas se le ha sumado la indiferencia e insensibilidad que se muestra de parte de quienes ostentan aunque sea un pequeño cargo en la administración municipal; no hay obras pero sí hay fotografías en redes sociales donde se deja ver que ellos comen, pasean, disfrutan mientras disque trabajan a costa del erario, y si el pueblo les reclama muestran indignación o acusan que son sus enemigos.
Así sucedió durante las fiestas patrias, mientras al pueblo lo intentaron conformar con adornos sencillos, parte de la administración que encabeza Geraldine Ponce dio su muy particular Grito de Independencia. ¿Y el pueblo? Al pueblo le tocó observar a través de Facebook la burla de la que fue objeto; pero el problema se extiende a otros funcionarios que replican este tipo de actos y cuando los vecinos les reclaman, pues simplemente muestran insensibilidad ante los problemas que hay en las colonias de sus demarcaciones.
El pueblo de Tepic necesita gobernantes sensibles que en lugar de preocuparse por su imagen en redes sociales, se preocupe por realmente conocer sus problemas más graves y trabajar para resolverlos; el pueblo sabrá reconocerlos al ver materializado su trabajo en obras como arreglo de avenidas y calles, cuidado en la seguridad de los habitantes, arreglo de las escuelas, clínicas, hospitales, limpieza de parques y jardines, agua potable y alcantarillado en buenas condiciones para las familias.
¿Estará dispuesto el gobierno de la 4T, en Tepic, a cambiar su forma de trabajo en pro de sus habitantes? Al pueblo de Tepic es nuestro llamado, a no conformarse y a no callarse las injusticias cometidas y sobre todo, a no dejarse llevar por una cara bonita que en los hechos no resuelve los problemas reales de sus gobernados.
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