Como en otras administraciones municipales y estatales, hoy, nuevamente, hay problemas de abasto de agua potable en la zona de Escalerillas, donde la mayoría de los habitantes son trabajadores que se mantienen de las labores del campo, la albañilería, empleados del transporte, el comercio o en el trabajo del hogar en la capital de San Luis Potosí.
Sus ingresos son escasos, lo que no hace posible que, con sus propios medios, es decir dinero, puedan construir la infraestructura necesaria para contar con agua para uso y consumo humano, situación que contrasta con las zonas residenciales que emergen teniéndolo todo, en torno a este corredor de carencias y uno de ellos es el agua potable. Su pobreza ha sido motivo de visitas de candidatos de múltiples colores, de autoridades; todos ellos con el sobado discurso de atender las necesidades, entre ellas la del agua, una y otra vez, sin poder erradicar este problema, en definitiva, será porque lo dejan al olvido o reconocen incapacidad, que para el caso es lo mismo.
La responsabilidad es de las autoridades por dos cosas, primero, que, aunque pobres, somos contribuyentes como cualquier ciudadano y, en segundo lugar, se establece en el artículo cuarto de la constitución, el derecho al agua, como dice en uno de sus párrafos “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para el consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El estado garantizará este derecho…”, por lo que nunca dejaremos de insistir en la solución, es muy frecuente escuchar declaraciones de autoridades que se escudan diciendo que no les toca resolver, que es un problema viejo que ellos no generaron, otros dicen que están de acuerdo, pero que no hay dinero, en consecuencia, el problema persiste y se agudiza cada año en meses de calor.
Cierto es que a fuerza de protesta y gestión por autoridades ejidales y del Movimiento Antorchista ante autoridades municipales estatales y federales de hace varios años, se autorizó un proyecto y se logró motivar una inversión de más de 80 millones de pesos en una primera etapa, consistente en poner red de agua potable y drenaje en la Maroma, Casa Blanca y Escalerillas, quedando fuera de toda inversión Pozuelos. Con la aparición de fracturas en la cortina de la presa El Peaje no hay agua almacenada y la inversión en estas condiciones no ayuda en nada.
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