Fresnillo, Zacatecas. Además de los agricultores de temporal, sectores como los ganaderos y apicultores advierten que puede suceder una crisis social severa a causa de la sequía que azota la entidad, porque la falta de agua elemento esencial para desarrollar la producción agropecuaria los mantiene en la incertidumbre y sin saber qué hacer ante problema tan complejo.
En tanto que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no haga la declaratoria de zona de desastre a través de las delegaciones de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), no se podrían liberar programas y recursos económicos para auxiliar a la población afectada y sería hasta noviembre cuando tendrán respuesta a pesar de que la petición se formuló desde el 25 de julio.
Guillermo Guerrero Viramontes, líder del antorchismo en Fresnillo, Zacatecas ha pedido que el gobierno diseñe un plan de rescate para que las familias pasen la peor temporada en el campo, siendo este otro reto para la autoridad local, que muy probablemente deberá enfrentar sin el respaldo del gobierno federal de López Obrador.
Al respecto, el titular de la Secretaría del Campo (Secampo), Jesús Padilla Estrada afirmó que ya nada se puede hacer para salvar la cosecha de temporal, puesto que debido a la falta de humedad no se sembraron cerca de 700 mil hectáreas del millón 160 mil, mientras que el resto que sí se sembró se está perdiendo por sequía.
A su vez, Guerrero Viramontes dijo que la situación se extiende también a zonas llovedoras, como son en los municipios de Jalpa, Tabasco y Huanusco, donde tampoco hubo humedad suficiente y se perdieron cultivos.
Los apicultores también están desesperados porque no hay floración de las plantas y al contrario, están secándose, por lo que de no brindar jarabe a base de azúcar los núcleos de abejas morirán por falta de agua y alimento.
Esta situación alcanzó a los ganaderos porque no hay agua ni forraje y prevén que a partir de la primera helada se acabará el poco pasto existente, por lo que se deberá buscar el mecanismo para evitar la muerte del ganado.
“Esto apenas comienza, septiembre es históricamente cuando más llueve, pero ahora no hay agua en los bordos y presas, ya ni pensar cómo estaremos en los meses críticos de marzo, abril y mayo”, refirió Guillermo Guerrero, insistiendo en que urge un plan de rescate al campo, donde se tendrán que invertir millones de pesos que deben mandar desde la federación.
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