Es necesario recordar y analizar algunas de las obligaciones que tiene el gobierno mexicano, tomo como referencia el párrafo cuarto del Art. 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece: "Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del Art. 73 de esta constitución”. Esto es lo que establece nuestra Carta Magna; es decir, es a lo que tenemos derecho todos los mexicanos.
Por eso la pregunta obligada es: ¿cumple el gobierno con garantizar la salud de los mexicanos? Desafortunadamente no, ni los gobiernos anteriores y mucho menos el actual que encabeza López Obrador. Basta ver las cifras escalofriantes de gente que muere por causa de la covid-19, según los expertos en la materia son más de mil cien mexicanos que pierden la batalla contra el coronavirus diariamente, sin sumar a los que mueren por enfermedades "normales”.
No se necesita ser un experto para darse cuenta de lo mal que está el sistema de salud en México y que la pandemia sólo vino a poner las cosas al descubierto, a la vista de todos y ahora somos testigos, cómo miles de familias sufren la tragedia de ver morir a sus seres queridos sin que puedan si quiera recibir un analgésico para mitigar el dolor o un poco de oxígeno que haga menos dolorosa la agonía.
Basta recorrer las zonas rurales, como la Cañada de los Once Pueb en el estado de Michoacán, donde los habitantes comentan, con su rostro lleno de incertidumbre, angustia e impotencia. El 12 de febrero falleció en la madrugada el Sr. FLB en la comunidad de Santo Tomás, y también en Huancito, Tata Javier; en Ichán la Sra. IGG; en Caparan la Sra. BATB y en Acachuen nos enteramos que el compañero BMM y su esposa están contagiados de coronavirus y no les reciben en ningún hospital, etc., pero esto es solo una parte de lo que se conoce, y que además sucede en el transcurso de una mañana en una pequeña parte (8 km. aproximadamente) del territorio michoacano.
Las declaraciones de López Obrador cuando dice que la pandemia está domada, empieza a causar molestia entre la gente de a pie, porque la pandemia dejó de ser cifras abstractas y se convirtió en cifras concretas con nombre y apellido.
Igual sentimiento está provocando el anuncio manipulador de la llegada de las vacunas a nuestro país, porque tampoco se corresponde con la realidad. Ya terminó enero y no se llegó a la meta de un millón cuatrocientas mil aplicaciones, con las que se pretendía inmunizar en primer lugar a los guerreros trabajadores de la salud, que tienen ya un año en la primera línea de fuego de la lucha por salvar vidas y ni ellos han terminado de ser vacunados, ¡otra vez! La realidad se impone a la mentira del gobierno.
No olvidemos que México está a la zaga en ciencia y tecnología, como en muchas otras cosas más, no tenemos la capacidad para generar nuestras propias vacunas y dependemos de que los países más avanzados nos vendan las dosis necesarias, pero no ha ocurrido así, porque la vacuna es una mercancía y está sujeta a ley de la oferta y la demanda y, por tanto, los países más poderosos son los que la está acaparando y nosotros como país, solamente mirando.
La 4T no está cumpliendo con su obligación, nos guía a un precipicio con desinformación y mentiras, son especialistas en técnicas de manipulación, las cosas se están haciendo peor que en las administraciones anteriores (que tanto ha criticado el actual presidente) pues, no hay un presupuesto destinado para este rubro, ya que, utilizando el discurso de combate a la corrupción y la austeridad republicana se eliminaron de tajo los fideicomisos destinados a este tema.
Mientras tanto, seguiremos engrosando las estadísticas de gente que muere sin atención médica o de contagiados que terminan atendiéndose en su hogar con remedios caseros y en las mañaneras ya nada se habla de los muertos, ni tampoco de lo que está haciendo el gobierno ante la saturación de hospitales y panteones.
Pero ante tantos dimes y diretes atengámonos a los resultados, y desafortunadamente estos no son nada alentadores, la 4T con su inacción está matando a los mexicanos, por lo tanto, no es la solución para lograr ese cambio radical que tanto necesita nuestro país en favor de todos.
Es momento de que el pueblo de México levante la voz y exija como un solo hombre que se hagan valer los derechos constitucionales, en particular el derecho a la salud, tal como lo marca el artículo 4to, que tiene como objetivo regir cómo debe distribuirse la salud, o el derecho a la protección a la salud, partiendo de la definición que establece la legislación mexicana.
Por eso me uno al llamado de los que invitan a los mexicanos a conformar una verdadera organización nacional que defienda los intereses de los más necesitados de nuestra patria y para que juntos enfrentemos estas crisis de salud, económica y social con probabilidades de éxito, es necesario que también se disponga a tomar las riendas del país en sus manos para ponerlo al servicio de esta gran causa.
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