La devastación provocada por el huracán “Otis” en Acapulco y más localidades del estado de Guerrero se pudieron haber evitado si realmente a la 4T le interesara proteger a los mexicanos.
No lo hace, pues entre sus prioridades tiene la construcción de sus millonarias obras emblemáticas y las campañas políticas de las famosas “corcholatas”.
Podemos decir que lo ocurrido en el estado de Guerrero es un llamado de alerta sobre los efectos que el cambio climático tiene en la intensificación de ciclones en el mundo y en particular en nuestro país.
El mes pasado, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EU (NOAA, en inglés) aseguró que el promedio de temperatura de la superficie oceánica se elevó por sexto mes a niveles récord.
Los científicos de la NASA sostienen que las dos principales causas que han provocado temperaturas récord en la superficie de los océanos son el calentamiento global y el fenómeno El Niño, razón de más para que el gobierno federal tome cartas en el asunto de desastres naturales.
“Es mucha demanda y faltan medicinas”, cabecea el periódico Reforma (3 de noviembre de 2023). “Ni siquiera hay paracetamol”, informa un médico de una de las 43 brigadas médicas que se instalaron en este puerto ante la contingencia por el huracán.
Desde la noche del 25 de octubre, después de la llegada del megahuracán, los hospitales públicos y privados se quedaron sin el suministro de la luz eléctrica. Hay construcciones desaparecidas, áreas dañadas y calles inundadas en diversos puntos específicos del puerto.
Las imágenes mostradas y difundidas por el Centro de Satélites de las Naciones Unidas nos dan a saber la magnitud del daño ocasionado por el fenómeno meteorológico categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Se observan de forma generalizada estructuras dañadas en la ciudad, colonias aledañas y a lo largo de la costa de Acapulco. Registra además la inundación de carreteras y calles, así como la misma vegetación completamente dañada.
Las imágenes muestran estructuras virtualmente desaparecidas en la línea de la playa y en las cercanías de la Avenida Costera Miguel Alemán.
El Diario Oficial de la Federación (2 de noviembre de 2023) declara como zona de desastre a 47 municipios entre los cuales destaca Acapulco, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coyuca de Benítez y San Miguel Totolapan.
Lo ocurrido en el estado de Guerrero es un llamado de alerta sobre los efectos que el cambio climático tiene en la intensificación de ciclones en el mundo y en particular en nuestro país.
Por la ocurrencia de lluvias severas y vientos fuertes la declaratoria fue para los municipios de Apaxtla, Arcelia, Chilpancingo, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri, Florencio Villarreal, General Heliodoro Castillo, Juan R. Escudero, Leonardo Bravo, Mochitlán, San Marcos, Tecoanapa y Tlapehuala. Para los municipios de Acatepec, Ayutla de los Libres, Azoyú, Chilapa de Álvarez, Cocula, Copala, Cuajinicuilapa, Cuautepec, Igualapa, Juchitán, Malinaltepec, Marquelia, Quechaltenango, San Luis Acatlán, Tixtla de Guerrero, Tlacoapa y Xalpatláhuac, se declaró por lluvia severa del día 24 de octubre.
Por vientos fuertes, se declaró para Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Petatlán, Pungarabato, Tecpan de Galeana, Tlalchapa y Zirándaro.
En el caso de Atlamajalcingo del Monte, por lluvia severa y vientos fuertes lo mismo para Ajuchitlán del Progreso, Iliatenco y Metlatónoc.
Con esta tragedia se está ignorando la realidad del cambio climático y sus efectos.
“Otis” no estaba pronosticado y en sólo unas horas, todas las personas -–habitantes y turistas— de Acapulco, así como sus familiares y amigos a distancia, comenzaron una pesadilla que para muchos no acabará pronto. Tras el suceso, sólo han venido días de confusión y más preguntas que respuestas” (Verónica Baz, Reforma, noviembre de 2023).
Para la solución de estos desastres debe haber presencia de gobierno y autoridades. Atender a la población en general. Evitar a toda costa la migración pues en estos casos es: ¿a dónde irían si no tienen a nadie?
Se debe atender la salud física y mental, el rezago educativo que no es poco y evitar la violencia que se genera en estos casos. Atender de forma diferenciada a poblaciones con necesidades específicas: mujeres embarazadas, mujeres menstruantes, adultos mayores, infancias, personas con enfermedades crónicas y personas con discapacidad física.
La austeridad de la 4T puede salir muy cara pues quitó el fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Por todo lo anterior, podemos concluir que no le queda otro camino a la gente de a pie que organizarse. Y organizarse bien, para que en un futuro no muy lejano tome el poder político y de esta manera hacerle más justicia a los pobres de nuestro país.
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