“Setenta eventos en espacios públicos con los que logramos beneficiar a más de 26 millones de espectadores. Grupo Firme y los Fabulosos Cadillacs se llevaron la tarde”, dijo la exjefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ante decenas de personas traídas en micros y combis de las distintas alcaldías, en un claro mal ejemplo de acarreo, que se congregaron en el Monumento a la Revolución para completar la indicación dada por sus líderes de escuchar con atención a la morenista, pero que a la mitad de su discurso empezaron a retirarse.
Estas simples palabras dejan muy clara la calidad de la ex mandataria y la falta de obras importantes qué presumir en sus más de cuatro años de gobierno, donde los problemas se cuentan por centenas, pues la inseguridad está desbordada y la pobreza sumó a muchos más capitalinos; el metro es una bomba de tiempo, cuyos graves accidentes están dejando muchos muertos, como el ocurrido el 3 de mayo de 2021 en la L-12, con saldo de 27 personas fallecidas y más de cien heridos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum además estuvo marcado por la falta de rendición de cuentas y opacidad, representados en sus continuos subejercicios que desde el inicio de su gobierno repitió, una y otra vez, dejando en los capitalinos más conscientes y observadores una tremenda duda de a dónde fueron a parar los miles de millones de pesos no gastados en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Según, el sentido de esta movilización era rendir cuentas, pero si en los cuatro años de gobierno, Claudia Sheinbaum realmente no lo hizo, solo se auto aplaudió sus escasos logros, que beneficiaban como sus antecesores, sobre todo Andrés Manuel López Obrador, a los más ricos.
Un vil acto de campaña, eso fue su evento en el Monumento a la Revolución, donde la gente ahí reunida tenía órdenes expresas de vitorearla y gritarle presidenta, presidenta.
“Como ustedes saben, dejo la jefatura de gobierno para buscar ser la primera mujer en dirigir el futuro de esta gran nación”. Y no tengo nada en contra de que lo sea, pero suena algo burdo el pensarla como presidenta cuando el paquete de la Ciudad de México le quedó grande.
Claudia Sheinbaum se mantuvo a la sombra de López Obrador, su rostro estuvo siempre agachado a los designios de su mentor, a quien hasta el último momento ha tratado de imitar, hasta en sus propios errores, dejando en toda la duda de los amplios conocimientos científicos que presume tener.
Desgraciadamente, muchos mexicanos poseen memoria corta y se dejan llevar por los cantos de sirena, aunque esto conlleve a darle en la torre a nuestro propio país, pues a ellos no les importa o muy poco piensan en los resultados tangibles de determinado funcionario público, sino son comprados, sobre todo en estos tiempos por los programas sociales, las mentadas tarjetitas que les arrancan un sí, un voto, aunque la realidad les grite en el rostro el error que comenten, contribuyendo con ello con el proceso de destrucción del país que ha iniciado Morena y si Claudia Sheinbaum llega al poder está ampliamente demostrado que acelerará este proceso.
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