A cuatro años y medio de la implementación de la política de nación que prometió la 4T, los resultados son desastrosos y en retroceso, sólo los fanáticos, sordos o ciegos políticos podrían afirmar lo contrario. El Coneval dio a conocer la penosa realidad en que viven una inmensa mayoría de los sinaloenses, de los 3 millones 026 mil 943 habitantes de Sinaloa: 853 mil sufren algún tipo de pobreza, el 28 por ciento del total de la población; 974 mil 700 padecen carencias sociales, 595 mil 400 no tienen acceso a los servicios de salud, un millón 101 mil 300 no cuentan con seguridad social, 212 mil 100 no cuentan con vivienda o es de muy mala calidad, 354 mil 900 no cuentan con servicios básicos en sus viviendas y 671 mil 100 sufren hambre porque no tienen acceso a la alimentación o es de muy mala calidad.
El mundo de carencias y necesidades sociales que sufren las mayorías en Sinaloa son similares a las que padecen el pueblo a lo largo y ancho del territorio nacional, por ello el pliego de peticiones ingresado en las oficinas del señor gobernador a finales del año pasado es amplio y justificado. En un estado donde la desigualdad social es muy marcada, la pobreza la padecen cientos de miles de personas, faltan cientos de servicios básicos, miles de familias tienen su vivienda en muy malas condiciones o no tienen, es de esperarse que las peticiones hacia el gobierno sean de esa magnitud, no se le puede culpar al pueblo de que pide mucho y el gobierno se justifique que no tiene dinero para hacerlo, de esa magnitud nos dice la realidad que es la carencia de obras y servicios sociales. Pero es inaceptable que el pueblo pida obras y reciba difamaciones desde el púlpito oficial por sus autoridades que los gobiernan, como sucede en Sinaloa.
Ante las difamaciones en contra del Movimiento Antorchista, en vez de soluciones a sus demandas sociales en Sinaloa, nos vemos en la necesidad de plasmarlas, con ello demostrar la justeza de ellas y refutar lo injustificado de la calumnia. Se solicitan solares a bajo costo para vivienda a familias de escasos recursos en varios municipios de la entidad, regularización de lotes en colonias irregulares, cuyas colonias no formó nuestro movimiento, pero los vecinos se han acercado con nosotros para ayudarlos a su gestión, solicitamos la construcción de obras de agua potable y drenaje, infraestructura educativa para los Telebachilleratos.
Con esto demostramos plenamente la razón que nos asiste y negamos rotundamente, la falsedad de la afirmación sin pruebas que hizo el señor gobernador, Rubén Rocha Moya, desde la tribuna de su semanera donde pronunció: “esos antorchos quieren dinero…quieren dinero”. Es más fácil vociferar, calumniar y difamar desde la tribuna, el púlpito, desde el poder a los débiles y sin poder, que resolverles sus legítimas demandas, haciendo abuso del poder oficial y del poder de los medios de comunicación y las redes sociales. Muchos gobernantes de la 4T, sintiéndose dueños, amos y señores del poder, están acostumbrados y creen que pueden seguir mintiendo desde el poder. Prometieron un cambio y queremos en los hechos ese cambio en beneficio de las mayorías, basta de demagogia, mentiras y acusaciones a nuestro Movimiento social que hoy está siendo atropellado y violados los derechos básicos de los organizados.
Por ello, insistimos amparándonos en el artículo octavo constitucional, donde se estipula que los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que esta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; en el noveno, que indica que no se podrá cuartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito a los mexicanos. Respaldados por la verdad y la razón que nos asiste ante nuestras justas y sentidas peticiones populares, nadie puede negar la verdad sustentada en una realidad que, aunque muchos se resisten a verla y aceptarla, se impone todos los días en cada comunidad o colonia en todo el territorio sinaloense. Pedimos en Sinaloa que con el dinero público se realicen obras y servicios que beneficien a las humildes mayorías, no pedimos ni más ni menos, esa es una bandera y la defenderemos porque es la única salida que le queda al pueblo trabajador.
Ante el actuar dictatorial, engañoso, mentiroso y calumnioso de los gobernantes de la 4T, aprovechándose del Poder Ejecutivo que hoy ostentan en los distintos niveles de gobierno, desde donde controlan, manipulan a la mayoría de los medios de comunicación para difundir su verdad y no la de las mayorías, la única salida para frenar y detener esa política enferma de poder, es que el pueblo se eduque, organice y con las banderas de las necesidades sociales de las mayorías que siempre llevarán estampado el escudo de la verdad inapelable de la realidad, con ello bastará para destruir las pálidas banderas de la injuria y calumnia que lancen contra nosotros desde cualquier tribuna donde vociferen los falsos redentores.
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