El pasado 30 de junio se cumplieron dos años del cierre de la Unidad Médica Urbana (UMU) de San Miguel Curahuango, en el municipio de Maravatío, Michoacán.
La Unidad Médica Urbana brindaba servicios médicos a una población de casi cinco mil habitantes de la zona urbana. Algunas de las colonias atendidas eran: Cuartel V, Santo Niño, San Antonio, Chirimoyo, Loma Alta, Colonia Balbuena, San Nicolás, El Panteón, Las Flores. El programa determinaba que cada UMU atendería a la población sin seguridad social de zonas urbanas marginadas. Estos mexicanos quedaron desprotegidos del servicio de salud.
A decir de la población que asistía a la UMU-Maravatío, el servicio era bueno. Había medicamento, vacunas para la influenza, vacunas del esquema para los niños, detección y control de la diabetes, y un caso que llama mucho la atención fue el de una mujer que al acudir a revisión ordinaria le detectaron cáncer muy oportunamente y lo superó.
¿Qué motivó el cierre de la Unidad Médica? Como todos sabemos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado desde antes de ser presidente, que la causa de todo mal en México es la corrupción (en lo cual los antorchistas no estuvimos ni estamos de acuerdo), y en nombre de ella, eliminó todo lo que a su capricho olía a corrupción: guarderías infantiles, fideicomisos, comedores comunitarios, el Seguro Popular, hasta el nuevo aeropuerto que se construía en Texcoco y el programa Prospera. De este último dependían económicamente las Unidades Médicas Urbanas, IMSS-Prospera. En resumen, por órdenes del presidente, se cerraron más de 300 UMU en todo el país.
Según datos del Gobierno federal, en 2016 las UMU atendían, en todo el país, un millón 545 mil 540 beneficiarios y para 2018 ya eran un millón 872 mil 684, atendidos en más de 300 UMU. ¿Qué ocurrió con el derecho a la protección de la salud de estas personas? ¿Qué destino tuvieron los expedientes clínicos de cada uno de ellos? ¿Qué pasó con aquellas personas que controlaban su diabetes, hipertensión u otras enfermedades? ¿Qué ocurrió con el esquema de vacunación para los niños? Casi dos millones de mexicanos fueron abandonados a su suerte.
Hoy se observan los edificios abandonados de la otrora UMU-Maravatío, sin muebles, sin médicos ni enfermeras, y por supuesto, sin servicio de salud, después de haber funcionado por más de 12 años. La gente necesita los servicios de salud, es un derecho de todo mexicano establecido en la Constitución Mexicana.
Si López Obrador ya desapareció las UMU es necesario buscar otra alternativa para que la gente vuelva “a recibir de forma gratuita la prestación de servicios públicos de salud, medicamentos y demás insumos”, tal y como lo dice la Ley General de Salud. En todo esto hay una ventaja: que los habitantes de estas colonias ya cuentan con la infraestructura.
Es necesario que los afectados por falta de los servicios de salud y de medicamentos, nos organicemos y luchemos, para que la Unidad Médica vuelva a brindar los servicios de salud. Es necesario que todos los afectados nos unamos para emprender la lucha por la rehabilitación de la Unidad Médica cerrada hace dos años y tener el acceso a los servicios de salud gratuitos. Unirnos aquellos que no tenemos la posibilidad de pagar un médico para atendernos la enfermedad; aquellos que no tienen dinero para comprar los medicamentos sin los cuales la enfermedad progresará aceleradamente ocasionándonos la muerte; aquellas madres que no han completado el esquema de vacunación para sus hijos; en fin, todo mexicano preocupado por la salud personal, la de su familia y la de todos.
Un pueblo unido, organizado y educado es un pueblo invencible capaz de lograr objetivos inimaginables. A eso te invita el Movimiento Antorchista, a crear un México mejor para todos.
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