La mayoría de los mexicanos nos dimos cuenta que mucho antes del inicio del proceso de las elecciones del pasado 6 de junio, el Ejecutivo federal ya empezaba a influir directamente en este proceso de una manera muy abierta; empleando los recursos y los medios, que son muchos y están a su alcance como jefe del estado mexicano, utilizó la estructura oficial para favorecer a su partido y a sus intereses particulares. Desde la tribuna mañanera, a la vez que daba directrices para favorecer a los candidatos de su preferencia, criticaba y condenaba a todos aquellos que con sus acciones y declaraciones dejaban ver no estar de acuerdo con las decisiones del presidente. Un ejemplo muy claro de eso es la defensa que le hizo al malogrado candidato de morena por la gubernatura del estado de guerrero a su compadre Félix Macedonio y el castigo otorgado a los hermanos Amílcar y Eréndida Sandoval Ballesteros por hacer campaña sucia en contra del compadre del alma. A fin de cuentas, no quedó el “Toro”, pero la gubernatura la ganó la “torita”, para el caso, todo quedó en familia y entre compadres.

Pues este mal ejemplo, lo siguieron la mayoría de los gobernadores de las entidades federativas donde gobierna el partido del presidente, e incluso gobernantes de otros partidos pero que por intereses más allá de los que dicta la dependencia federativa, también se pusieron a las órdenes del ejecutivo federal y pusieron manos a la obra con frenar denuncias y ocultar todo tipo de antecedentes que perjudicaran al candidato de preferencia del presidente. Es el caso del estado de Puebla, donde el gobernador, Miguel Barbosa Huerta, como buen aprendiz a reyezuelo de su jefe Andrés Manuel López Obrador, resulta que ahora, está muy apegado al dicho popular. “cuando no gana arrebata” y sí, ahora echando mano de los órganos, que de acuerdo a la ley son autónomos, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Estado de Puebla pretenden arrebatar triunfos que se obtuvieron en las urnas con la participación libre de los ciudadanos sin la necesidad de compra de votos y sin condicionar ni obligar a los electores a que votaran a favor de los candidatos que salieron triunfadores y que ahora, con maniobras de estos órganos electorales, propiciados desde el gobierno estatal pretenden quitarles el triunfo por decreto, pues el tribunal admite impugnaciones sin ningún sustento legal, para después, quitarles la victoria que en las urnas ganaron. Eso pretenden hacer contra los candidatos antorchistas ganadores de los municipios de Huitzilan de Serdán y el de Santa Clara Ocoyucan.

 En las pasadas elecciones del 6 de junio, el Movimiento Antorchista poblano contendió en trece municipios por las presidencias municipales, en el municipio de Huitzilan de Serdán, desde la campaña y en el día de las elecciones, éstas transcurrieron con relativa calma y tranquilidad, al término de la votación el resultado final favoreció al candidato del PRI, el profesor Josué Elías Velázquez con 3,611 votos que equivalen al 51% del total de los votos emitidos; el competidor más cercano, de Morena saco 2,689 sufragios que representan el 38% de los votos depositados en las urnas. En Santa Clara Ocoyucan, el triunfador de la jornada electoral fue el candidato del PRI, Rosendo Morales Sánchez, quien obtuvo 5,830, el más cercano del PAN-PRD saco 4,188 y el tercer lugar lo obtuvo el candidato de Morena - PT con 3,875. En ambos municipios, al final de las elecciones no se registró ninguna denuncia de irregularidades, pero resulta que el Tribunal Electoral del Estado de Puebla, no solo admite, sino que les da validez a impugnaciones hechas por los candidatos perdedores, impugnaciones sin ningún sustento jurídico y solo se señalan supuestos, sin ninguna base real y sin aportar pruebas contundentes que ameriten el recurso interpuesto ante el órgano electoral. es aquí donde vemos las maniobras del Gobierno morenista que encabeza Miguel Barbosa, pues estos órganos electorales, aunque la ley los ubica como autónomos, sabemos están incondicionalmente a disposición del gobernador. 

Ante estas acciones, los antorchistas guerrerenses brindamos todo el apoyo a nuestros compañeros presidentes municipales electos y estamos atentos al llamado de la dirigencia estatal poblana para defender un triunfo legítimo. los candidatos antorchistas, ganaron con el voto decidido y consciente de los ciudadanos, por eso debemos de defender la voluntad de la mayoría de esos municipios, pero también frenar los ataques directos a nuestra organización de la ambición desmedida de los gobernantes de morena, como en el caso de puebla y en todo el país, que a toda costa pretenden arrebatar triunfos donde no los favorece la decisión ciudadana, y el usos de organismos, que se supone autónomos, los usan para salir con sus pretensiones políticas, convirtiendo la democracia en un cero a la izquierda, burlándose de los derechos de los mexicanos. Contra las actitudes del Gobierno morenista que se perfilan a una dictadura, debe actuar el pueblo organizado y consciente. Debemos frenar este abuso desmedido del poder en contra de la voluntad popular, mediante la defensa jurídica, pero, sobre todo, la lucha política. Los guerrerenses estamos dispuestos a defender los triunfos de nuestros hermanos poblanos