La mayoría de la población ha quedado sorprendida por el nuevo capítulo de la Cuarta Transformación, ahora contra la comunidad científica. La Fiscalía General de México ha solicitado en dos ocasiones ante un juez de control la detención de 31 científicos e investigadores acusados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) órgano rector de la ciencia en el país, por operaciones con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y peculado, pero no fue concedida la solicitud.
Entre los señalados se encuentran Enrique Cabrero Mendoza, Director general del Conacyt entre 2013 y 2018, Julia Tagueña Parga, directora del foro entre 2018 y 2020; Gabriela Dutrènit Bielous, profesora de la UAM Xochimilco y Luis Mier y Terán Casanueva, exrector general de la UAM.
Un juez federal rechazó en dos ocasiones la petición de la FGR bajo el argumento de que la acusación presentada carecía, desde el principio, de pruebas y argumentos que acreditaran de forma coherente la existencia de un supuesto delito o que justificaran la necesidad de encarcelarlos en un penal de máxima seguridad.
El ministerio público ha señalado que “no coincide” con el criterio expuesto por los jueces para rechazar su petición, por lo anterior se volverá a solicitar nuevamente una orden de aprehensión, es decir, intentará por tercera ocasión se les otorgue lo solicitado.
Llama la atención el hecho de que la Fiscalía, seguramente por indicaciones superiores, busque a toda costa encarcelar a los 31 científicos y que, para ello, no les importe violentar las leyes, ni los procedimientos legales.
Como era de esperarse, la mayoría de la comunidad científica mexicana e internacional, ha salido en defensa de presuntos inculpados, además de la clase política, partidos políticos, incluidos los de Morena, queda la percepción de que en efecto sea una cacería de brujas por no estar, ni coincidir con el pensamiento y actuar del gobierno morenista.
Por otro lado, hemos sido testigo de que la inseguridad en el país cada día es mayor, además de que la política fallida de los “abrazos y no balazos” , no funciona, de ahí el trato que se ha dado a la delincuencia organizada, a manera de recordatorio están la liberación del “chapito”, el saludo especial a la madre de “ El Chapo”, y en los últimos días ha circulado en las redes sociales cómo presuntos integrantes de un grupo delincuencial en Sonora se saludan con mucha familiaridad con los elementos de la Guardia Nacional, sin que hubiera una revisión de rutina y mucho menos detenerlos, sobra decir que portaban armas de alto caribe y de uso exclusivo del ejército.
La mayoría de los mexicanos se preguntan: ¿Cómo es posible que no se combata en serio la delincuencia y si se intente encarcelar a los científicos? Se pueden dar muchas respuestas, pero la opinión pública señala que no se persigue a los delincuentes, porque hay un acuerdo tácito para no tocarlos ni con los pétalos de una rosa y dejarlos seguir operando a sus anchas, mientras que a la comunidad científica se le da el trato de los peores delincuentes por el simple hecho de que no están de acuerdo con la Cuarta Transformación, prueba de ello es lo que han señalado los juzgadores, que han rechazado ordenar su detención.
Una vez más se demuestra que todos los críticos del actual gobierno son víctimas de persecuciones, para esto utilizan todo el aparato que está en sus manos para someterlos, es decir les dan a escoger “plomo o plata”. Se demuestra cómo los científicos aludidos no se han sometido al poder en turno y ahora son perseguidos por su pensamiento crítico.
Tampoco se nos debe olvidar que el actual gobierno disminuyó los recursos económicos a las universidades del país, así como los apoyos al sector de la ciencia y tecnología, desaparecieron los fidecomisos para tal fin, por tanto, no es difícil concluir que lo que se pretende es acallar al sector más pensante, que tiene las herramientas y los conocimientos para poder dar una defensa de las injusticias que cometen los gobiernos en turno.
Se demuestra que no hay interés en llevar al país a niveles culturales, de ciencia y tecnología, de primer orden, para competir con las grandes potencias mundiales y, lejos de esto, se persigue y se pretende encarcelar al sector que nos pueden sacar adelante.
Lo cierto es como dijo alguien: “podrán matar o encarcelar a las personas, pero las ideas jamás”, por tanto, pedimos alto a la persecución política contra la ciencia y la razón.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario