Ya iniciaron, de facto, las campañas para las elecciones de este año 2021. En Durango elegiremos 15 diputados locales y 4 federales de mayoría relativa. Y, como era de esperarse, los encontronazos entre compañeros para buscar ser elegidos están a la orden del día. Los que saben de política han dicho que las elecciones de este año son la antesala para la grande, por eso los interesados en aparecer en la boleta de 2024 y sus dirigentes, echarán toda la carne al asador para tratar de posicionarse como partido, como grupo o como persona.
En nuestra entidad esta elección cobra aún más relevancia, pues el próximo año elegiremos al nuevo gobernador y a los 39 nuevos alcaldes; y lo que pase este 2021, indudablemente influirá poderosamente en el 2023, por eso los jaloneos en el interior de los partidos, sobre todo en el PRI y en el PAN.
Eso es con los candidatos y los partidos políticos. Pero nosotros, los de carne y hueso, el pueblo, ¿en qué burro vamos montados? En el papel, México es un país democrático, pero en los hechos, la democracia sólo "se pone en práctica&rdquo, cuando llegan los procesos electorales, vienen y nos intentan comprar con una despensa o una cobija mugrosa o nos amenazan con retirarnos los programas sociales. En eso se reduce la democracia en México. Democracia quiere decir garantizar la toma de decisiones del pueblo en la vida pública. Noam Chomsky, reconocido intelectual norteamericano, dijo que, en una democracia auténtica, la opinión pública influye en la política nacional y decide cuestiones vitales de la nación, y el Gobierno por su parte, acata y pone en ejecución la voluntad popular. Pero eso no ocurre en México.
Lo que nos queda entonces, a los de a pie, al no darnos oportunidad de elegir quiénes serán nuestros candidatos, porque quienes deciden son las cúpulas (ya nos tren todo cocinado, ya sólo para votar), sólo nos queda elegir, entre lo que nos muestran, al menos malo, que luego se vuelve muy complicado darse cuenta porque prácticamente todos le han quedado mal al pueblo. Aunque esta vez no es tan difícil darse cuenta de el porque hemos visto el desastre que ha dejado el gobierno de Morena, en tan sólo dos años: ahí está la desaparición de los programas sociales que eran prácticamente el único ingreso de millones de mexicanos, como Prospera, Progan, etc., o los fideicomisos que servían para atender problemas serios como los desastres naturales, apoyo a la educación, etc., la inseguridad, la crisis de salud o peor aún, la crisis económica que está llevando a la ruina al país entero. Si seguimos por esta ruta, muy pronto estaremos en el colapso. Por eso este 2021 tomemos la mejor decisión y démosle la confianza a los menos malos. El peor es Morena.
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