No es mi intención ser aguafiestas, o como se diga, pero ya casi estamos en la última cucharada del recalentado donde hubo cena, y la realidad, terca y parca como la conocemos, ya comienza a tocar las puertas de la mayoría de los hogares de los mexicanos más pobres.Cierto es que la embriagadora época nos alentó y entusiasmó, alimentó esperanzas y acunó proyectos, muchos realizables y otros no, pero cual resaca trasnochada, aquí estamos ahora, aturdidos aún y deslumbrados por otro día más, otro igual a muchos otros, aquí, ante la ineludible responsabilidad de existir como clase social productora, y para ganarnos a diario también, el derecho de una existencia más digna para los nuestros.Y a pesar de todo aun tenemos fuerzas, porque los pobres somos la clase trabajadora que produce todo, y todo es todo.¡Feliz año pues, para todos los trabajadores de México!, a ustedes, clase trabajadora y empobrecida, que son el elemento fundamental sin el cual, nada, nunca, ni uno sólo de los deseos que imploramos la humanidad entera en la última campanada, se podrá jamás realizar.
Pero como dije, la realidad nos reclama.Dos tareas ineludibles tienen la pobre clase trabajadora de todo el mundo: salvar a la humanidad del hambre y la barbarie, y conquistar su libertad para los suyos.Por eso hoy, humildemente les digo a todos mis compañeros, como dijera el poeta Luis G.Urbina: "Sin embargo, no hemos concluido la tarea;/ nos detuvimos para tomar aliento; sea…/ Después en marcha, amigos, que hay que ir echando granos/ de amores y esperanzas en los surcos humanos."
Pero contrario a los buenos deseos, me parece que este año que recién comienza, no pinta bien para los colimenses más pobres.Igual que otros estados del país, en Colima, en el 2020, se cocinarán los candidatos a la gubernatura del estado, y todo cuanto suceda o prometa, estará contaminado por este próximo paroxismo de la vida política estatal.En el año que terminó, ya vimos barruntos nefastos de lo que será esta batalla, donde vimos también, que el bienestar prometido para los colimenses pasará a segundo término de la importancia social.
Dos sucesos recordaré para ilustrar mejor lo que digo, el primero tiene que ver con el trato que ahora está dando la clase política del estado a las organizaciones sociales, representantes de numerosos grupos de colimenses pobres; el segundo, con la situación económica en general de la clase trabajadora del estado que, dígase lo que se diga, se empobrece cada día más aceleradamente, a pesar de los ingentes esfuerzos que pone en la productividad estatal.
Veamos.Casi al finalizar del año pasado, un grupo de colonos, campesinos, amas de casa, estudiantes y maestros, todos pertenecientes al Movimiento Antorchista colimense, tuvieron necesidad de apostarse en las afueras de la residencia oficial del Gobernador de Estado, licenciado José Ignacio Peralta Sánchez; exigían de esa manera, luego de innumerables peticiones oficiales fallidas, una fecha de audiencia con el Gobernador.Desde el mes de marzo pasado, quedó comprometido por parte del mismo licenciado Peralta, el análisis, la atención y solución al pliego petitorio de necesidades urgentes que se le hizo llegar mediante un documento por parte del Comité Estatal Antorchista; pero muchas necesidades quedaron sin atención.Destacan de ellas, que era lo que realmente se reclamaba ya al finalizar el año, el pago del salario a nueve maestros de artes y deportes, así como obras y las necesidades de vivienda de más de mil solicitantes, dentro de las que se destacan las escrituras de 250 familias de la colonia Tercera Sección de la Unidad Antorchista, de las cuales pagaron el costo al INSUVI desde hace más de cinco años.
Los antorchistas nos retiramos de Casa de Gobierno el día 18 de diciembre, con la promesa de que el 23 nos atendería el Gobernador, pero nada de eso pasó.La promesa se repitió, ahora con fecha 3 de enero, pero tampoco se cumplió.Y aquí estamos, en un 2020 peor que el año pasado, maltratados, engañados y sin fecha de audiencia con el Gobernador.¿Es esto un mal augurio de lo que vendrá por parte del Gobierno contra las organizaciones sociales de Colima? Esperemos que no.
Pero ¿sólo a las organizaciones sociales de los pobres les espera un mal año? No lo creo.También al finalizar el año pasado, el gobierno federal anunció como todo un logro propio, un aumento del 20% al salario mínimo, es decir, de 102.68 pesos diarios a $123.22; o de $205.36 diarios a $264.44 si al trabajador se le pagan dos salarios mínimos.Pero este supuesto aumento se comenzó a diluir aun antes de ganarse , tan luego comenzó el año nuevo, pues se saben ya de los aumentos en cascada a las gasolinas, las bebidas, los cigarros, las tortillas, el pan, etcétera, etcétera.De tal manera que el aumento que por un lado se le da al trabajador, se le quitará por el otro, a través del aumento de los productos y tarifas de servicio.Supongamos que un trabajador que recibirá ahora dos salarios mínimos con el nuevo aumento, se gastara todo su ingreso diario sólo en combustible, completaría algo así como para 13 litros de gasolina Magna al día.¿A dónde llegará el trabajador con este aumento? Mal año para los trabajadores si no se corrige esto pronto.
En Colima, según datos de la Secretaría del Trabajo (STPS), sabemos que el 48 por ciento de los trabajadores de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir casi la mitad de todos los trabajadores colimenses, ganan menos de dos salarios mínimos; si aplicamos aquí, el supuesto que usamos para medir el ingreso de los trabajadores en general, ya podemos imaginar la suerte que nos espera a todos.También en Colima urge un cambio.
Finalmente, podemos decir que la lección es clara: mal año nos espera, si no mejora la suerte de todos los trabajadores.Por eso urge que en los próximos procesos electorales, meditemos con calma lo que mejor conviene; nada ganamos con engordar con nuestro voto, el bolsillo de quienes nos venderán ilusiones pasajeras.Se acabó la era de los partidos políticos tradicionales.Urge una verdadera alternativa para los pobres; será así y sólo así, como vendría los verdaderos felices años para todos.No hay duda.
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