Autoridades estatales han dado nulas soluciones a las demandas de educación, salud, vivienda, servicios básicos, cultura, apoyos al campo, entre otras.
Afectados intensificarán las acciones de protesta y denuncia pública, por las calles de la capital del Estado.
Debido al incumplimiento de los acuerdos que pactó el Gobierno de Jalisco con el Movimiento Antorchista en la entidad, para resolver diversas demandas en materia de educación, salud, vivienda, servicios básicos, cultura, apoyos al campo, entre otras, que aquejan a un importante número de jaliscienses humildes organizados en las filas de Antorcha, los afectados realizaron dos marchas por las principales calles de la ciudad de Guadalajara, ambas culminaron en mítines de protesta frente a Palacio de Gobierno.
Los inconformes, en voz del líder del antorchismo jalisciense, Eduardo Campos Flores, ante las nulas soluciones anuncian nuevas manifestaciones, en próximos días, en la capital del Estado, asímismo serán intensificados otras acciones de denuncia pública como: volanteos, pintas en bardas, denuncias a través de diferentes medios de comunicación y en redes sociales, entre otros recursos legales a su alcance.
El dirigente exhortó a sus agremiados a no claudicar, bajo ninguna circunstancia, en esta lucha ya que los pobres del campo y la ciudad, la única arma que tienen para defender sus intereses inmediatos y de largo plazo, es su unidad y su organización, al mismo tiempo, les dejó en claro que no están solos pues, miles y miles de sus compañeros de Jalisco y del país, están atentos del desenlace de sus justos y legítimos reclamos.
Durante las jornadas de lucha, los oradores, denunciaron públicamente la falta de sensibilidad política de los gobernantes en turno, y antes de concluir el último mitin frente a la sede del Poder Ejecutivo Estatal, lo dirigentes hicieron ver a los manifestantes, la necesidad de que extiendan las denuncias a los Antorchistas que no pudieron acudir a manifestarse, para que en las próximas protestas lleguen a participar contingentes mucho más numerosos y combativos, los exhortos fueron correspondidos con prolongados aplausos y estruendosas consignas, con lo cual sellaron el pacto de seguir luchando hasta las últimas consecuencias.
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