Ya no es un fantasma el que recorre el mundo… (II/II)

• Oralba Ocaña Vázquez
• Sep 9, 2021
• Tamaulipas

En nuestra colaboración anterior hablamos del origen de las olimpiadas inspiradas por la diosa Griega Niké, también llamada Victoria en Roma. De cómo el deporte forma al hombre libre; cómo es que este espíritu de libertad fue secuestrado por el Capital y lo que el antorchismo se propone para regresar el deporte y su espíritu al pueblo.

Ahora bien, como el deporte es parte consustancial y su práctica lo lleva a su realización plena, lo forma como un hombre libre. Por eso es que en su práctica se revela el hombre pleno, el hombre libre, y más aún, si este deportista se ha formado en una sociedad emancipada. En una sociedad que con su lucha y su trabajo se ha dado un gobierno del pueblo, que en todas sus actividades promueve la formación del hombre nuevo, entre estas actividades está el deporte y lo podemos ver en el desenvolvimiento de los deportistas olímpicos:

 “…El 2 de diciembre de 2012, Iván Fernández Anaya, atleta vitoriano de 24 años, se negó a ganar el Cross de Navarra en Burlada. “No merecía ganarlo. Hice lo que tenía que hacer”, dice, cuando iba segundo, bastante distanciado del primero, en la última recta de la carrera, observó cómo el seguro ganador, el keniano Abel Mutai (un muy buen atleta: medallista de bronce en los 3.000 metros con obstáculos de los Juegos de Londres) se equivocaba de línea de meta y se paraba una decena de metros antes de la pancarta. Fernández Anaya le alcanzó con rapidez, pero en vez de aprovechar la situación para acelerar y ganar, se quedó a su espalda y con gestos y casi empujándolo le llevó hasta la meta, dejándolo pasar por delante”. “Él era el justo vencedor. Me sacaba una distancia que ya no podía haber superado si no se equivoca. Desde que vi que se paraba sabía que no iba a pasarle”. (El País, Carlos Arribas, 14 de diciembre 2012)

 El catarí Mutaz Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi deciden compartir la medalla de oro olímpica en salto de altura. JJ.OO. Tokio 2020. Compartieron el peldaño más alto del podio tras conseguir, al alimón, la medalla de oro olímpica de altura con una marca de 2.37 m., sin un solo fallo anterior, antes de fallar los dos la medalla de cobre 2.39 m. “Es asombroso”, dijo Barshim. "Compartirlo con Marco, es un sentimiento increíble. Es un gran sentimiento. Estoy muy feliz" (Terra Deportes, 1 de agosto 2021)

Julio César de la Cruz, boxeador cubano, JJ.OO. Tokio 2020, gana en cuartos de final de los Juegos Olímpicos a Emmanuel Reyes (desertor cubano que compite por España) quien al perder gritó: “Patria o vida”, al finalizar el combate, Julio César de la Cruz contesta gritando al gusano y al mundo, con mano alzada y mirando a las cámaras "Patria o vida ¡NO!; Patria o muerte, ¡venceremos!" (telesurtv.net, 30 de julio 2021)

He aquí al hombre libre con su espíritu fraterno, de unidad y de lucha: ¡Patria o muerte, venceremos!, el hombre nuevo.

En esta justa deportiva Tokyo 2020, en el medallero final, se han colocado en un lugar importante los países que son gobernados por su pueblo y avanzan en la construcción de una patria nueva, más justa, más igualitaria. No así, nuestro país, quien queda entre los últimos lugares. (Ver tabla) 

Es aquí, donde nos debemos sentir orgullosos, emocionados, inspirados por Niké, de que nuestro trabajo político está vislumbrando un horizonte más amplio fuera y dentro del país, están estos resultados: China en segundo lugar, Rusia en quinto, Cuba en el catorceavo lugar, países con gobiernos emanados del pueblo, que con su lucha ponen en el centro de su atención –ellos sí– a los trabajadores, a los pobres, se están posicionando en el deporte. El deporte tiene que ser masificado, para todo el pueblo, donde todos tengamos lo más necesario, dónde todos seamos uno solo, inspirados por la corona de Niké. Y doblemente orgullosos porque nuestra Espartaqueada Deportiva Nacional Antorchista, está brindado sus frutos. Tres atletas asistentes a la misma, dos del Estado de México y uno del estado de Oaxaca fueron a Tokio, se prepararon en nuestras instalaciones, con nuestros entrenadores. Compitieron en ellas y fueron a representar dignamente al pueblo organizado que aspira construir una patria nueva, el México de los trabajadores. ¡Adelante, venceremos! 

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