Como una manera de reafirmar los derechos de los niños, la Asamblea General de la ONU, instituyó desde el día 20 de noviembre de 1959 la celebración del Día Internacional de los Niños, sin embargo, cada país decidió, por su cuenta celebrar, a los niños. En México se festeja desde abril de 1924; con el entonces presidente General Álvaro Obregón, el objetivo de dicha celebración es que se consagre un momento a la comprensión de la población infantil, fomentar su inclusión social y promover los derechos de los niños.
El país entero se volcó a los festivales del día del niño, peinados locos, cajistas sorpresa, disfrazarlos de súper héroes, brincolines, etc., en fin un sinnúmero de cosas para festejarlos, sin embargo, no todos los niños tienen la posibilidad de hacerlo, se sabe que en el mundo hay alrededor de 120,000 millones de niños viviendo en la calle, estos niños a menudo son víctimas de abusos, maltrato y explotación, convirtiéndose por lo tanto en problema social, pues muchos de ellos se ven obligados a valerse ellos mismos, sufren los efectos de la pobreza, del hambre, y la disolución de familias; con frecuencia son víctimas de la prostitución, el consumo de drogas y conductas criminales, son secuestrados, golpeados, e internados en anexos y lugares apartados en contra de su voluntad.
Según datos de la Red de Derechos de la Infancia, cinco son los estados donde más se concentra el mayor número de niños en situación de calle, son: Jalisco, Chiapas, Veracruz, Chihuahua y Distrito Federal. Niños que oscilan entre 10 y 14 años, se mantienen en el único hogar que conocen: las calles.
La Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés) distingue entre dos grupos de niños según la situación: El 75 por ciento de los niños que trabajan en las calles mantienen relaciones cercanas con sus familias y aunque pasan mucho tiempo lejos de ellos, sienten que tienen un hogar. El otro 25 por ciento de los niños de la calle están sin hogar y tienen los vínculos familiares rotos debido a la inestabilidad o a la desestructuración en sus familias de pertenencia.
Se sabe que en México, actualmente, sobreviven unos 100 mil menores de edad vagando por las calles. Niños provenientes de la extrema pobreza, la orfandad, el abandono, maltrato familiar, abuso, explotación, rechazo, de situaciones precarias, carencia de atención por parte de los padres y la desintegración familiar.
Viven de milagro, limpiando parabrisas, son tragafuegos, vendiendo dulces, traficando drogas, muchos de ellos mendigan y roban, se convierten en víctimas fáciles para traficantes, redes de prostitución infantil, narcomenudistas y bandas de delincuencia organizada.
Otros estudios de la Unicef nos dicen que el 43.02 por ciento de niños en edad de siete a 14 años son iniciados en la vida sexual sin tomar ninguna medida de precaución.
Las condiciones de salud de los niños y adolescentes en condición de calle presentan desnutrición, enfermedades gastrointestinales, un gran número de ellos enfermedades venéreas incluido el VIH Sida, trastornos mentales causados por el abuso de drogas, etc. Muchos de ellos presentan problemas mentales, dificultades para relacionarse con otros grupos, tienen poca autoestima, manifiestan gran rebeldía y un amor excesivo a su libertad. Muchos de ellos terminan quitándose la vida.
Esta situación de los niños se ve agravada por los cientos y cientos de niños migrantes que vinieron a engrosar las filas de este grupo, adultos y niños vagan por las calles, haciendo trabajos inútiles, sufriendo hambre, maltrato y abuso de los grupos criminales que abundan en nuestro país.
Sin embargo, este problema seguirá sin solución en el capitalismo, pues este sistema se basa en la canibalización de todos los grupos sociales, no olvidemos que el capitalismo utiliza todo el desarrollo de la ciencia para obtener más y más ganancia, que es precisamente el uso capitalista que se le da a los avances técnicos y científicos que la humanidad creó desde hace mucho tiempo, para eliminar la pobreza, la guerra, las pandemias, la destrucción del medio ambiente y cualquier otro problema social que se presenta en el mundo.
No debemos olvidar que la solución al problema de niños en condición de calle, al igual que otros muchos por los que atraviesa el país se acabarán cuando arrojemos del planeta al sistema capitalista. Mientras eso llega, nuestra tarea es seguir educando y organizando al pueblo trabajador.
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