En artículo anterior en relación con el tema de vivienda, sobre todo en Nuevo León, tratamos de contextualizar parte de la problemática en cuanto a la falta de casas habitación y viviendas deshabitadas, sobre todo las unidades habitacionales de interés social, lo cual indica que son inmuebles adquiridos a través de créditos emitidos por distintas dependencias de gobierno Infonavit, Fovissste o la banca privada con esquema social.
Y decimos que en esta relación entre beneficiarios del sistema de vivienda en México y Nuevo León, en particular, existe un desfase nada fácil de superar por la burocracia y reglas primitivas para poder ser beneficiario y adquirir una vivienda a crédito, porque querer comprarla de contado es un sueño guajiro, algo irrealizable dado el salario insuficiente que devengan los trabajadores tanto de la empresa privada como del Estado.
No, no es posible, son muy onerosos los créditos y los plazos extendidos, trayendo como consecuencia el quedar empeñados para el resto de sus vidas y si a esto le agregamos que por causas ajenas al empleado u obrero se quedan sin empleo o trabajo, los esquemas de financiamiento los mutilan, sí, con los intereses moratorios los vuelven insolventes, claro está que en el modelo económico neoliberal en el que se desenvuelve la sociedad en su conjunto este tipo de fenómenos se sale de control totalmente del obrero y/o empleado según sea el caso, quedando a merced de las instituciones financieras que en nada favorecen al trabajador, el fenómeno se da porque la construcción y distribución de la vivienda está totalmente en manos de la empresa privada.
Hoy, el Infonavit nos dice tener nuevas reglas, con las cuales tomará en consideración un total de siete factores para determinar los puntos de los trabajadores:
Edad y salario. En consideración del salario mensual integrado del trabajador, incluyendo sus prestaciones, así como su edad, se podrán acumular hasta un máximo de 235 puntos.
Ahorro en subcuenta de vivienda. Este factor acumula puntos cada que se agregue un monto igual a un salario mensual integrado. El máximo de puntos que se puede obtener por esta vía es de 124.
Cotización continua. Entre más tiempo tenga cotizando el trabajador, más puntos tendrá. El máximo que se puede obtener por este concepto es de 191 puntos.
Tipo de trabajador. Se considera si el trabajador tiene una contratación permanente o temporal. Lo máximo que se puede obtener por este concepto son 123 puntos.
Estabilidad laboral. En este punto el Infonavit evalúa la retención de personal que la empresa para la que labora el derechohabiente ha tenido los últimos tres años. Se pueden sumar hasta 130 puntos.
Conducta de pago de la empresa. El Infonavit evaluará qué tan cumplida es la empresa para la que labora el trabajador. Si la empresa cumple a cabalidad, el trabajador podrá obtener 129 puntos.
Contexto. Se toma en cuenta la ubicación y giro de la empresa. Pueden obtenerse hasta 243 puntos.
Anteriormente, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) pedía un mínimo de 116 puntos a los trabajadores que quisieran un crédito ante el instituto. Ahora, a partir de las modificaciones a las reglas para conceder créditos hipotecarios, los trabajadores interesados necesitarán, en suma, un mínimo de mil 80 puntos en adelante.
En el nuevo sistema de puntos del Infonavit, hubo cambios respecto al anterior en el cual se pedían 116 puntos, pero ya ha quedado obsoleto.
El incremento no implica que los derechohabientes deberán trabajar muchos más años para acceder a un crédito, simplemente el Infonavit tomó en consideración otros criterios para puntuar a los trabajadores, como ya se mencionó en los siete puntos anteriores, como lo de su edad, el monto que tiene ahorrado en la subcuenta de vivienda y su salario.
Pudiéramos decir que todo está bien, pero hablamos de un contexto idóneo o estable donde los movimientos económicos y sociales coinciden para bien de los trabajadores, lo cual es incierto totalmente, dado que los trabajadores dependen del movimiento de las empresas privadas nacidas para concentrar la riqueza y las del Estado cuasi, y en esa interacción indisoluble ambas de los movimientos económicos y sociales a nivel local e internacional, y así será en el mundo concatenado en el que vivimos, el punto es que la mano del gobierno no se ve ante los altibajos del sistema socioeconómico, quedando en el desamparo los más vulnerables que son la clase trabajadora, no teniendo donde vivir dignamente.
Triste realidad, ante gobiernos insensibles e inhumanos, ahí está la realidad que nos da en el rostro. Y vuelve la burra al trigo, sólo el pueblo educado, unido y organizado puede cambiar su realidad de insatisfactores después de que es el productor de estos en su gran mayoría. Señores gobernantes, no se puede tapar el sol con un dedo.
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