Se movió el avispero entre la clase política y económica de San Luis Potosí, con el anuncio que hizo el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, de ir a depositar, ante los legisladores del Congreso del estado, una iniciativa para convertir a la delegación municipal de Villa de Pozos en el municipio 2471 de la federación, y el 59 en la entidad.
El mandatario estatal ha manifestado públicamente su interés para que Villa de Pozos se convierta en municipio, por su importante potencial económico y recaudación de impuestos de las fábricas de la zona industrial, además de que rebasa los 200 mil habitantes, pero en la actualidad, con el régimen de delegación se encuentra en el abandono, dado que el Ayuntamiento capitalino no invierte ni destina recursos a favor de los vecinos de ese lugar.
“Con los recursos obtenidos por la recaudación en Villa de Pozos, el ayuntamiento de la capital puede realizar obras en otras partes de la ciudad, pero en Villa de Pozos se mantiene en el abandono”, dice Gallardo Cardona.
Por su parte, los detractores a la iniciativa, encabezados por Eugenio Govea Arcos, dirigente estatal del partido Movimiento Ciudadano, denunció que el objetivo de la propuesta no es generar condiciones para mejorar los servicios en esa zona, “porque sabe que en las casillas de esa jurisdicción obtuvo una mayoría de votos en el pasado proceso electoral del partido político que lo llevó al poder, no es algo a tomar como chiste, ya que es una asunto delicado puesto que en esa demarcación está asentada la zona industrial, en donde hay empresas de clase global que brindan empleo a una gran cantidad de personas que diariamente se trasladan para laborar”, y advierte que los legisladores del Congreso local se opondrán y echarán abajo tal propuesta del gobernador, que en años anteriores ya ha sido rechazada, y que además, existe resolución y sentencia dada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), expedida en el año 2003 para negar la categoría de municipio a Pozos.
Total, que este tema de convertir a Villa de Pozos en municipio ya está en la mesa de debates, y los potosinos volteamos a ver hacia esa demarcación, que desde su fundación ha sido motivo de mucha controversia.
Esta localidad se fundó con el nombre de Real de San Francisco de los Pozos por Diego de Tapia, en el año de 1592, hijo del fundador de la ciudad de Querétaro, Fernando Tapia, con el propósito de cumplir las funciones de hacienda para brindar alimentos, animales de carga y otros bastimentos a los mineros de Cerro de San Pedro.
En el año de 1861 Villa de Pozos se instituyó como municipio, y en 1917, adquirió su autonomía plena. Sin embargo en 1946, por motivos de control de caciquil en la vida política de los habitantes de este lugar, el ex gobernador del estado, Gonzalo N. Santos decidió desaparecer la municipalidad de esta demarcación bajo el falso argumento de que no había nada que administrar, porque en este lugar se vivía con penurias.
Villa de Pozos antes no.
La justificación legal para quitar el ejercicio del poder a sus autoridades del municipio de Pozos es que no había actividad económica importante, y que no se podía sustentar la administración para realizar obras y brindar servicios a sus habitantes. Decía la clase política de aquella época. “La base para proceder en tal reforma es la penuria en que viven los pueblos. No tiene caso mantener autoridades que no tienen nada que administrar” (El Heraldo, 7 de octubre de 1946).
Villa de Pozos ahora sí.
En los años setentas con la creación de la Zona Industrial en gran parte de la demarcación de este lugar, y sobre todo, en las dos últimas décadas con el vertiginoso desarrollo industrial por la instalación de gran cantidad de empresas transnacionales de la industria automotriz que ocupan a cientos de miles de obreros, destaca la recaudación de impuestos en beneficio de la hacienda del municipio capitalino, así mismo, el desarrollo de la industria de la construcción y de las empresas inmobiliarias por la construcción de grandes complejos habitacionales, para satisfacer la creciente demanda de vivienda de los sectores laborantes que se asientan en esta zona, y que les genera a los especuladores de predios y a los constructores, mucha plusvalía. En otras ramas de la producción como la actividad comercial y el transporte público, los dueños del capital también resultan beneficiados. Ahora si vale la pena dar la municipalidad a Villa de Pozos. Por delante los intereses del capital y de la clase política imperante.
Bien el debate por si Villa de Pozos se convierte en municipio o se queda como está, bien porque la clase política y las autoridades están volteando los ojos hacia esa demarcación, que, a pesar de ser una localidad muy importante por su gran cantidad de empresas instaladas, y ser un importante puntal económico en la entidad, por su población (más de 200 mil habitantes), por la laboriosidad de su gente y más, se mantiene en la marginación y en el abandono. La pura verdad. Estimado lector, lo invito a que realice un recorrido por Ciudad 2000, Prados, La Libertad, La Azteca, Cecilia Ocelli, San Cristóbal, Los Olivos y otras, y verá una especie de favelas, de ciudades perdidas: calles oscuras, destruidas o sin pavimentar, falta de servicios como el agua potable o drenaje, falta de atención a la seguridad pública, salud, educación, etcétera. Ni hablar de otros asentamientos en Pozos, como el ejido El Panalillo, Jassos o Ciudad Satélite, donde sus habitantes se sienten excluidos y en el abandono por parte de sus autoridades locales.
La ruta para lograr la municipalización de Villa de Pozos por parte de los actores tendrá sus vericuetos, primero que sea sancionada y aprobada por el Congreso del estado, y después el reconocimiento y apoyo del Gobierno federal, para que, en el año 2024, se elija a su presidente municipal, y además para que en el Presupuesto de Egresos de la Federación se destinen los recursos necesarios para la vida y funcionamiento de la nueva administración municipal.
Mientras ocurra la municipalidad de Pozos o no, hace falta que los actores por la negativa o positiva, los que se dicen preocupados por la situación de marginación y abandono de esta localidad, y que tienen en sus manos la autoridad y el ejercicio del poder para aliviar lo malo en que viven los habitantes de Pozos, acudan en su auxilio. Es lo que piden vecinos de las colonias Cecilia Ocelli, La Libertad, La Azteca y otras, sin el servicio de agua desde hace semanas o los vecinos de Jassos que viven en la oscuridad por falta de alumbrado, igual los de Urbi Villa en su plaza principal, la lista de muchas carencias sigue, pero aquí le cortamos. Ya habrá tiempo y espacio para exponer las penurias de mis estimados amigos de Pozos, que piden atención a sus demandas.
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