Cómo muchos saben, este fin de semana se llevará a cabo el examen de admisión a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), en el nivel de media superior y en pasadas fechas el de superior; debido a la situación que atraviesa nuestro país se considera esencial analizar el futuro y trazar un camino para México.
Después de lo devastadora que fue la pandemia en general y el rezago educativo que dejó a nivel mundial y los problemas que causó en la educación mexicana, el pasado sábado, alrededor de 38 mil estudiantes presentaron su examen de admisión a alguna de las licenciaturas o ingenierías que ofrecen las 26 facultades de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se estima que la cifra para el examen de media superior sea al menos del doble, podemos ver qué a pesar del mal manejo que se vio por parte del gobierno, aún hay miles de jóvenes que desean continuar con sus estudios.
Es por eso que los futuros profesionistas deben observar el mundo que nos rodea y comenzar a comprender el sistema en el que nos desenvolvemos, porque dentro de unos años estará en sus manos el futuro de la nación y deben dejar el lado egoísta que los gobierna para hacerlos más sensibles a los problemas que nos rodean como sociedad.
La educación en México siempre ha sido un gran tema de controversia social, político y, por supuesto económico, con la reciente reforma educativa se desataron alrededor de todo el país un sinfín de marchas encabezadas por los profesores de las instituciones de educación básica, tanto privadas como públicas. En los últimos años se ha tratado de aplicar en el sistema educativo mexicano mediciones y parámetros de modelos educativos internacionales, estos cambios se hacen de forma periódica y de alguna forma bastante sistemática, pero con resultados realmente deplorables.
Resulta hasta burlesco el hecho de que demos por sentadas y únicas todas las reformas y modelos que implementan, es una obligación de la ciudadanía objetar, dudar, protestar, pero sobre todo analizar las propuestas que los políticos tratan de implementar en nosotros, no hay forma alguna en la que la sociedad deba quedarse sumisa, apática y poco crítica ante decisiones de tal magnitud como es la educación del futuro de nuestra nación.
Para una más grande decepción de la sociedad, la educación es una corriente que se encuentra totalmente al servicio del sistema económico y del sistema de clases sociales, esto es obvio desde que no encontramos en el modelo capitalista cuyo principal propósito es la generación de riqueza y la producción en masa, y para que este modelo siga creciendo se necesitan personas de este totalmente moldeadas para producir de manera automática sin tener el mas mínimo pensamiento analítico que se requiere para una educación con sentido humanista.
Con lo anterior mencionado se puede hacer una comparación entre las dos grandes universidades del estado de Nuevo León, en primer lugar la Universidad Autónoma de Nuevo León y por el otro lado el Tecnológico de Monterrey (TEC), ambas universidades pertenecen al mismo estado, socialmente hablando hay una clara distinción entre una y otra, fuera de toda misión como institución educativa o de el plan de estudios que ofrece, resalta entre ellas el poder adquisitivo que tienen las persona que pertenecen a ambas instituciones, cualquiera que asista al “TEC” tiene una buena posición económica o una beca que tendrá que pagar con su vida dentro de la institución; en cambio, en la UANL se encuentran estudiantes de todo tipo de nivel socioeconómico, pero esto no asegura que su educación esté segura o sea accesible.
En muestra a lo anterior mencionado y expuesto, se ve como una verdadera y urgente necesidad, crear y tratar de educar a los niños y jóvenes de México, con un modo de pensar diferente en el que no se sientan atraídos por las simples riquezas y banalidades que ofrece el capitalismo. Hay que educar para no ser siervos fieles del modelo económico capitalista en el que nos encontramos, no debemos promover el patrón que genera la explotación y degradación de la sociedad y del sentido humano, debemos educar a personas más sensibles ante los acontecimientos que suceden a su alrededor, personas que tomen conciencia social y que no pretendan seguir alimentando la burguesía.
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