En agravio de Dimas Romero González y Samuel Aguirre Ochoa, dirigentes antorchistas de Oaxaca y Veracruz, respectivamente y siguiendo el nefasto ejemplo del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ambos líderes sociales hoy padecen y son víctimas de represión política por parte de los gobiernos de esas entidades, cuyos gobernadores Alejandro Murat y Cuitláhuac García Jiménez, han contestado con el poder autoritario del Estado a las críticas de falta de atención a los grupos vulnerables y más necesitados.
De los hechos ha dado puntual claridad el dirigente nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, quien en su mensaje semanal detalló que, en el caso de Dimas Romero González, está vinculado con el plantón que por más de tres meses realizaron los antorchistas a las puertas de la casa de gobierno, donde exigieron el cumplimiento de solución a viejas demandas sociales, que el gobierno del Estado había ofrecido cumpliría pero que hasta hoy no ha hecho.
No está demás decir que Oaxaca es de las entidades que mayor rezago social tiene, de ahí que cientos de familias estén afiliadas al Movimiento Antorchista que encabeza sus demandas de justicia social y bienestar, aunque la voz de los pobres en esta entidad no es escuchada, puesto que el mandatario ha incumplido su palabra, la que al parecer poco vale, por no decir nada.
Coincidentemente, detalla el ing. Aquiles Córdova Morán, junto con ellos, y apoyándose mutuamente, se instaló la protesta de médicos, enfermeras y personal de salud, que fueron contratados en la etapa más crítica de la pandemia de Covid-19 y que, pasada la emergencia, fueron despedidos sin importar méritos, antigüedad ni situación familiar. Al momento no existen soluciones.
“Sin embargo, en una visita previa del presidente López Obrador a Oaxaca, una representación de los despedidos se entrevistó con él y recibió la promesa de que se estudiaría su situación y, al menos la mayoría, sería recontratada. Nada de esto se cumplió. En la madrugada del domingo 21 de noviembre, ante el anuncio de una nueva visita presidencial, el plantón de médicos y trabajadores fue desalojado violentamente por un fuerte contingente de la policía estatal, explicó el líder social.
Lo grave de este caso, es que, por las exigencias realizadas al Gobierno del Estado, han surgido amenazas contra la seguridad del dirigente estatal antorchista, Dimas Romero González, de quien han denostado su trabajo, tachándolo de ser mal líder, de aprovecharse –como es la acusación del presidente López Obrador–, de las gestiones que realiza a nombre de los más necesitados.
Aquí se ha precisado, una y otra vez que “ni Antorcha ni Dimas piden dinero jamás, sino sólo obras, obras visibles, comprobables, constantes y sonantes, para beneficio de colonias y pueblos pobres y olvidados, que en Oaxaca suman cientos. Las cifras en dinero que ahí se manejan, son el costo de esas obras calculadas por el propio Gobierno del Estado y que se ha comprometido a resolver. El ataque no es más que un modo turbio para desconocer ese compromiso”, expuso Córdova Morán.
En el estado de Veracruz la represión política contra críticos del Gobierno es pan de cada día. Ahí la administración de Cuitláhuac García Jiménez se ha distinguido por utilizar el aparato de justicia para arremeter contra todo crítico, sin importar falsear la verdad y mucho menos sembrar falsas evidencias para llevar a la cárcel a quien se quiere.
Esto es lo que ocurrió: Samuel Aguirre, el miércoles 24 de noviembre, recibió un citatorio judicial en el que se le indicaba presentarse el 1 de diciembre en el Centro de Medios Alternativos de Solución de Conflictos del Estado. En su lugar su representante legal, el cual fue informado de que la señora María Nayeli “N” lo acusa de haber intentado venderle un terreno, por el cual le adelantó la cantidad de 180 mil pesos.
Después de investigar, quedó claro que, “María Nayeli “N” fue víctima de estafadores profesionales que no tienen absolutamente nada que ver con Samuel ni con el Movimiento Antorchista veracruzano.
Aun así, el actuar de las autoridades deja en claro su injerencia en el caso, pues es la oportunidad idónea para callar la voz crítica de Samuel Aguirre, quien se ha caracterizado por encabezar las protestas de los más necesitados en una entidad donde la necesidad y la pobreza es palpable, así como la inacción del Gobierno del Estado y eso no le gusta a la autoridad que se ha caracterizado por ser represora.
Ante estas graves situaciones, el Movimiento Antorchista de Quintana Roo se solidariza con sus compañeros de Oaxaca y Veracruz y se dice lista para, en caso de ser necesario, sumarse a la lucha contra la injusticia que se comete, en primera contra la gente humilde y en segunda contra nuestros compañeros líderes que sólo exigen justicia y bienestar para los pobres de nuestra patria.
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