El pasado 27 de julio, el actual secretario de Gobernación, Adán Augusto López, aspirante a la candidatura presidencial por Morena para 2024, visitó la ciudad fronteriza del estado de Chihuahua. Su reunión fue con empresarios, políticos y medios de comunicación con la intención de fortalecer los vínculos con sus futuros promotores de votos y coordinadores políticos.
Bajo pretexto de asistencia con motivo de una conferencia titulada “Municipios y política interna de la 4T”, fue que se justificó su gira por Chihuahua.
Su asistencia como titular de la Secretaría de Gobernación o como candidato no tendría tanta importancia para los chihuahuenses, pues en caso de que sean actos anticipados de campaña, sus adversarios se encargarán de promover las denuncias correspondientes ante el órgano competente.
Y si su visita es como servidor público preocupado por el bienestar de los chihuahuenses o sólo de los juarenses, no se vio reflejado en sus palabras, pues no anunció en ningún momento planes ni proyectos a ejecutarse por parte del gobierno federal en el estado de Chihuahua.
Lo que sí preocupa, y los chihuahuenses deberíamos ver con ojos de preocupación, es la arrogancia con que se refirió a la seguridad en nuestro estado, pues afirmó que el Gobierno federal va a participar en temas de seguridad, aunque no le corresponda velar por el bienestar de los residentes de Chihuahua.
De acuerdo con lo estipulado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Estado mexicano tiene la obligación de otorgar seguridad y paz a todos los habitantes del país, y a pesar de las diferencias que puedan existir por los colores distintos entre el Gobierno estatal y el Gobierno federal, no son razón suficiente para recibir una declaración llena de soberbia por parte del segundo funcionario con mayor poder en el país.
La seguridad y bienestar de los mexicanos debe estar por encima de colores, religiones e ideales. Cosa que no hace el secretario de Gobernación. Esto tiene que verse solo como un acto más de desprecio político de Morena no sólo a los chihuahuenses, sino a todos los mexicanos.
La seguridad no se puede condicionar al color partidario. Así que la tarea de los mexicanos es revalorar las acciones de la 4T y de Morena en el siguiente proceso electoral. Hay que comprender que no son y no serán la verdadera solución a los problemas del país.
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