Por toda la región es bien conocida la peligrosidad del tramo carretero estatal que une a los municipios de Chinantla, Piaxtla y Tecomatlán. Su angostura y el ángulo estrecho de sus curvas son un rito mortal para todo aquel que se aventure a visitar esta parte de la Mixteca Baja Poblana, o bien, para todos aquellos ciudadanos que se dirigen a las montañas del estado de Guerrero.
Lamentablemente, muchas han sido las vidas que se han perdido por accidentes imprudenciales o por la raquítica y obsoleta vía a la que nos exponen nuestras autoridades estatales. Pero, ¿quién tiene la culpa de esos trágicos sucesos?
Algunos dirán que la imprudencia de los conductores, otros apuntarán a las condiciones del camino, habrá quien diga que son por fallas mecánicos, y los más críticos sabrán que es responsabilidad de la administración estatal (las pasadas, esta, o todas por igual). Suenan congruentes todas estas teorías para cualquier ciudadano, claro, todo esto en cualquier lugar menos en lo que pase cerca de Tecomatlán. Aquí los antorchistas tienen la culpa y por ende los tecomatecos.
¿Pero por qué nos señalan de manera tan irresponsable y sin dudarlo un solo momento? Por una razón muy simple y sencilla, porque el Movimiento Antorchista Nacional es la única que hace, soluciona, promueve y trabaja. Es ahí donde el subconsciente de los detractores del pueblo organizado los traiciona.
No está de más repetir miles de veces (si fuera necesario) que el tramo accidentado que une a los municipios de Tecomatlán con Piaxtla, es territorio piaxteco, y el Ayuntamiento antorchista de Tecomatlán no tiene nada que hacer ahí más que ofrecer su apoyo en el momento que algún suceso y las autoridades vecinas lo ameriten y pidan.
Tampoco podemos negar que esta carretera sea de nuestra importancia y tengamos el interés de su mejora, es por eso que el Movimiento Antorchista desde hace muchos años mediante sus diputados federales y muy recientemente a través de nuestro diputado local, el ingeniero Nibardo Hernández Sánchez, se han promovido proyectos para su ampliación y rehabilitación, y ante esto hay fe y legalidad de los presidentes municipales de Chinantla, Piaxtla y Tecomatlán, quienes apoyaron y respaldaron esta iniciativa.
¿A qué ciudadano no le gustaría tener en su "tierra” seguridad, escuelas, hospitales, unidades deportivas, centros culturales, calles adoquinadas, alumbrado público, drenaje, agua potable, puentes, centro de recreación, carreteras seguras y demás? No dudo ni un segundo que todos lo anhelamos. Pero lo recaudado en impuestos y cooperaciones, más el raquítico presupuesto que impone el gobierno estatal y federal, recordemos el recorte al PEF 2021 acaecido no hace mucho, no alcanza a veces ni para solventar los salarios de los trabajadores del Ayuntamiento y el mantenimiento de sus áreas públicas.
Entonces, ¿quién tiene la culpa? El gobierno estatal y federal (del partido y color que ustedes quieran) con su mala administración, y la eliminación de muchos programas y opciones con las que antes se podían gestionar proyectos de alto impacto. Muchos defensores del gobierno actual saltarán con malestar al leer esto y dirán que la culpa no es de la 4T, que el problema viene desde años atrás con administraciones anteriores, y tienen razón, pero no del todo.
Muchos mexicanos votaron por Morena, porque tenían la ilusión de generar un cambio: sin embargo, su confianza fue traicionada con la falsa idea de que todo lo que se está haciendo es para acabar con la corrupción. Se cancelaron guarderías, se quitaron programas sociales, se están cerrando instituciones y fundaciones que apoyaban a diferentes grupos vulnerables con subsidio gubernamental, se eliminaron fideicomisos, se redujo el presupuesto en salud, no hay construcción de infraestructura en los pueb se eliminó el ramo 23 con el cual los diputados podían gestionar recursos para realizar obras no etiquetadas en el presupuesto de egresos, se disminuyó el subsidio a los ayuntamientos municipales y muchas cosas más.
Nadie elige a un gobierno para hacer nada o para culpar a los demás de lo malo que hay, se eligen representantes con la capacidad suficiente para solucionar los problemas a los que estamos expuestos, para eso se proponen y lanzan promesas de campaña vendiendo la idea de que ellos son los ideales para solucionar todo aquello que nos aqueja, ¡pues que lo hagan!
Ahora, ¿por qué la exigencia de que Antorcha lo solucione? Porque es la única organización que ha demostrado que, sin ser gobierno, mediante su trabajo y estructura es la única que tiene la fuerza para lograr tan colosal tarea. Es por eso que Antorcha es como Tlacaélel (cuyo significado es "persona de generoso corazón”), comparándolo con la descripción que Velasco Piña escribió en el libro que lleva el mismo nombre: "Porque no siendo rey, hacía más que si lo fuera”.
Pero esto no es fácil, requiere de muchos brazos fuertes, espaldas anchas y personas bien nacidas para lograrlo, y es ahí donde debemos entrar todos sin intereses mezquinos y con la plena convicción del bien común. No exijamos de manera criminal a nuestros hermanos de condición lo que podemos lograr todos juntos, exijamos a quien prometió y ahora estando en el poder nos olvidó, dirijamos nuestras energías en la organización y luchemos juntos por un bienestar común.
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