Era una joven estudiante de preparatoria en el año de 1985, por cierto estudié en una escuela fundada por el Movimiento Antorchista en el municipio de Cuautitlán Izcalli, en la Preparatoria Popular “General Lázaro Cárdenas Del Río”, plantel Cuautitlán Izcalli. Recuerdo que Antorcha impulsaba el deporte entre los estudiantes y en lo particular a mí me gustaba mucho el básquetbol, era fanática de esa disciplina, y me inscribí en ese club.
Promovían los torneos entre las preparatorias que existían en ese entonces, el Plantel Balderas, plantel Cuautitlán Izcalli, Nexquipayac y la de Valle de Aragón de reciente creación; después de realizar la selección, al equipo ganador se le invitaba a participar al estado de Puebla, en el municipio de Tecomatlán, cuna del antorchismo, donde se realizaban las justas deportivas.
Recuerdo que, en ese entonces, Tecomatlán era un pueblo árido, de clima seco y de altas temperaturas; el calor era insoportable. No tenía instalaciones deportivas, era una canchita de básquetbol como cualquier otra que existe en los pueblos, muy sencilla y austera.
Ahí se realizaba la final de esos encuentros, muy emocionantes, pues cada estado defendía a su equipo y las porras gritaban con el nombre de su estado animando cada quien a su equipo. Se escuchaban con pasión ¡vamos Puebla!, ¡vamos Puebla! Y el otro equipo al que yo pertenecía ¡Estado de México, ¡Estado de México!
Y entre gritos y aplausos, se notaba una gran emoción, un espíritu fraterno, un espíritu de unidad donde cada equipo daba lo mejor de sí, muy reñido el partido, pero finalmente ganaba el que mejor se había preparado, Puebla fue el estado vencedor con el primer lugar y Estado de México obtuvo el segundo lugar, la experiencia de este hecho fue que al final terminamos ambos equipos más unidos y fraternos, con saludos y abrazos ambos equipos nos despedimos. Esa fue una primera impresión que se quedó grabada en mi cerebro, la fraternidad.
Es importante recordar cómo iniciaron esos pequeños encuentros deportivos que, hoy en día, se han convertido en verdaderas competencias que han alcanzado niveles casi profesionales. Quiero resaltar que el Movimiento Antorchista Nacional es la única organización en nuestro país que promueve (entre otras actividades) el deporte con el pueblo, y lo hace de manera gratuita, sin afán de lucro, con el único propósito de desarrollar las capacidades del individuo y crear en él a un hombre que adquiera valores universales y se convierta en un ser humano solidario, disciplinado, respetuoso, entregado, esforzado. Cualidades que se adquieren realizando el trabajo en equipo, y eso también lo brinda el deporte.
El interés de nuestra organización por realizar este tipo de encuentros es porque queremos rescatar a los verdaderos deportistas que provienen del pueblo, ahí están los talentos deportivos que sólo esperan que se les brinden las condiciones para desarrollar todas sus capacidades y convertirse en deportistas que se sientan orgullosos en representar a su país en encuentros internacionales y se esfuercen por ser el mejor y no porque tengan que recibir una paga por tener un contrato firmado.
Desgraciadamente, en el sistema capitalista en el que vivimos, el deporte se ha convertido en una mercancía, los profesionales del deporte se venden al mejor postor y los gobiernos promueven los campeonatos para sacar dinero, los espectáculos deportivos son un verdadero negocio, que les dejan millones y millones de pesos.
Los gobiernos en sus distintos niveles no se preocupan por fomentar el deporte en las comunidades, para ellos implica erogar muchos recursos, tendrían que construir las instalaciones adecuadas para cada disciplina; además no es su interés porque los políticos sólo van de paso, carecen de visión y sus argumentos es que nunca hay dinero para destinarlo al pueblo.
Por eso debemos sentirnos orgullosos de que, a pesar de que vivimos en un mundo capitalista, de que tenemos que remar contra la corriente, el Movimiento Antorchista Nacional, que sí se preocupa y ocupa en hacer del deporte una actividad necesaria en nuestra sociedad, para crear al hombre nuevo, con un pensamiento diferente, menos egoísta, menos individualista, con un pensamiento progresista, humanista, sensible a los problemas de su país y defensor de las causas más justas.
Esta ha sido mi experiencia, haber vivido el avance y el progreso de generaciones y generaciones de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, que se han transformado poco a poco en hombres diferentes con un pensamiento más humano y que han comprendido la necesidad de cambiar de raíz el sistema en que vivimos. No hay duda, por sus dichos y por sus hechos, la única organización que verdaderamente trabaja por construir una patria más justa y más equitativa y que lo demuestra con la realización de éstos magnos eventos es el Movimiento Antorchista Nacional.
Esperamos con gusto presenciar o, a través de las redes sociales, la transmisión de la Espartaqueada Deportiva Nacional en su edición XXI, que se llevará a cabo a partir del 6 de mayo hasta el 14, en el hermoso municipio de Tecomatlán, Puebla, lugar que se ha transformado y que a diferencia de cuando iniciaron las primeras justas deportivas, en instalaciones austeras y muy sencillas, ahora se cuenta con una imponente infraestructura, instalaciones modernas y muy adecuadas para el nivel de competencia que han alcanzado los deportistas que participan.
Felicidades a la Comisión Nacional Deportiva y a nuestro dirigente nacional, Maestro Aquiles Córdova Morán por promover tan importante evento.
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