Si el porvenir es, como dicen las definiciones tradicionales: el “tiempo futuro”, o la “situación futura en la vida de una persona, una empresa, etcétera”; entonces, el porvenir debe ser también, todo aquello que ocupe nuestro pensamiento y principal preocupación, al referirnos al bienestar relacionado con nuestros seres queridos. Nada debería de importa tanto pues, en la vida de los seres humanos, como el porvenir mismo de la humanidad.
En la vida política actual del país, y sobre todo con la actual forma de gobierno que estamos sufriendo los mexicanos, entonces, podemos descubrir con todas sus consecuencias si observamos con atención, lo que podría depararnos el porvenir para todos, si es que no actuamos a tiempo y con decisión desde ahora. Los discursos del presidente, son un elocuente ejemplo del porvenir que se avizora bajo su gobierno; pues, la contradicción y la incongruencia, abundan por su constancia en casi cada uso que hace de la palabra en todos los foros. El periódico El Financiero del día 10 de noviembre pasado, publicó un trabajo de Raymundo Riva Palacio, titulado: “El presidente está en las nubes”, que, a mi juicio, caracteriza bien a bien todo lo que refiero.
Vayamos ahora a uno de esos discursos que acostumbra el señor presidente, que, estoy muy seguro, marcarán el porvenir de todos los mexicanos, cuando menos en los próximos tres años que quedan de su sexenio.
Me refiero hoy, a la intervención y la propuesta que hizo el señor presidente de la república, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en calidad de su presidente en turno. Comenzó diciendo así: “nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia”. Para mí, que estoy a años luz de ser un estadista mínimamente informado sobre la geopolítica que hoy domina al mundo, me pareció ésta una afirmación aventurada y lapidaria. Pero, quién soy yo para juzgar a un estadista. Dejemos que los verdaderos especialistas opinen, pues, gracias a las “benditas redes sociales”, ya es posible conocerlos con sumo detalle.
Pero, luego del señalamiento referido, propuso el presidente un “plan mundial de fraternidad y bienestar”, que argumentó así: “para que personas que sobreviven con dos dólares diarios puedan tener una vida digna”. En resumen, dijo que, para financiar este plan, propone que las mil personas y las mil corporaciones más ricas del planeta, aporten voluntariamente cada año el 4% de sus fortunas, y que los países miembros del G20 (los 20 países más ricos), cooperen con el 0.2% de su Producto Interno Bruto (PIB). Además, que los apoyos se entreguen directamente a través de “tarjetas o monederos electrónicos”. Y, finalmente, que “la ONU podría otorgar reconocimientos a los gobiernos, personas y corporaciones por su fraternidad” (El Economista, 9/11/2021). En fin, dicen las redes sociales, que, parece ser que el presidente pretende ahora crear en todo el mundo, algo así como, “la ONU del Bienestar”. Cosas veredes Mío Cid.
Pero ya hablando en serio. ¿En verdad cree el presidente que la producción, la distribución y la apropiación de la riqueza mundial, es una cuestión de mera voluntad de los países miembros de la ONU? Yo, sinceramente no lo creo así. Nunca, porque así lo enseña la historia, jamás los ricos y potentados del mundo van a compartir voluntariamente su riqueza con los pobres. Nunca. Porque las leyes del mercado, sobre todo bajo el modelo de producción capitalista, no lo permitirán.
La ONU, existe oficialmente como organización internacional, cuando menos desde el 24 de octubre de 1945, es decir, desde hace 76 años. ¿Es éste el tiempo al cual se refiere el presidente? En el sitio onu.org, página oficial de la ONU, se dice así: “Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar en 1945, las naciones estaban en ruinas y el mundo quería la paz. Representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, del 25 de abril al 26 de junio de 1945. Durante los siguientes dos meses, procedieron a redactar y luego firmar la Carta de la ONU, que creó una nueva organización internacional, las Naciones Unidas, que, se esperaba, evitaría otra guerra mundial como la que acababan de vivir”.
Yo no puedo afirmar por hoy, porque no tengo a la mano los elementos suficientes que tal vez sí tiene el señor presidente, si la ONU, nunca en su historia, “ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres”. Sólo sé, que aún no ha sucedido una nueva guerra mundial, y los pobres tampoco la deseamos.
Pero, además, México es miembro fundador de esta organización internacional, cuya presencia en el país data desde 1947. Entonces, si el presidente sostiene su dicho ante el Consejo de Seguridad de la ONU, deberá pues, necesariamente de explicar, cómo es que, en México, y con su gobierno, sí se hace algo realmente sustancial en beneficio de los pobres. Y de esto, millones de mexicanos podemos fácilmente opinar de lo que aquí se sufre.
Y no olvidemos que hablar siempre compromete, y que las consecuencias nunca faltarán. Por lo pronto, Rusia y China ya se manifestaron al respecto. Vasily Nebenzya, representante de la federación rusa, afirmó: “en el Consejo de Seguridad no existen las condiciones propicias para intercambiar tecnologías o fortalecer infraestructuras”. Es decir, el presidente estaba fuera de lugar, y no le avisaron. Por su parte, Zhang Jun, embajador de China ante la ONU, “hizo rememoración de que la igualdad soberana no siempre trae paz, de hecho, señaló que en muchas ocasiones representa peligro y odio” (abcnoticias.mx).
Tal vez se diga que China no sabe bien lo que dice, porque no conoce el gobierno de la 4T. Pero no olvidemos que China, que alberga a más de 1,411 millones 780 mil habitantes, tiene la economía más grande, vigorosa y dinámica de todo el mundo; tanto que, en 2020 anunció la erradicación total de la pobreza extrema en su territorio, aliviando de esta situación, en las últimas cuatro décadas, a más de 850 millones de habitantes (politicaexterior.com). Pero, además, ha salvado a su pueblo exitosamente hasta ahora, de las mortales consecuencias de la pandemia, donde sólo han perdido la vida, hasta hoy, 4 mil 636 contagiados. No hay duda, Zhang Jun, sí sabe lo que dice.
Finalmente digo, que si el presidente cree firmemente que su política de “bienestar” es tan exitosa en México que debería implementarse en el mundo entero; entonces, como dijo Riva Palacio, “el presidente está en las nubes”. Y ya podemos imaginar pues, el porvenir que nos espera.
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