Hace poco, inició un nuevo ciclo escolar 2022-2023, con el regreso a clases presenciales de 24 millones de niños y adolescentes en condiciones desfavorables. Regresar a las aulas ha representado para los padres un problema grave y preocupante debido al gasto económico y las consecuencias que ha generado como el abandono escolar en los distintos niveles de educación.
En este tenor, la educación para el pueblo mexicano se encuentra desafortunadamente en un abismo caótico que enfrenta gracias a un gobierno improvisado, me refiero a la 4T. En primer lugar para los niños y jóvenes después de un par de años de confinamiento, el regreso a clases se resume en el atraso escolar acostumbrados a la virtualidad con un gran número de deserción.
En segundo lugar, para los padres de familia no hay opción, pues la preocupación sobre los altos costos de los útiles escolares los obliga (por necesidad) a quitarse el pan de la boca o recurrir a los famosos préstamos para que los hijos puedan asistir a clases, y una oportunidad que ellos no tuvieron en su momento.
Pero este no siempre es el caso de muchas familias mexicanas; aunque el Gobierno federal y estatal no está interesado en este problema el elevado costo de la canasta básica de los servicios, etc., ha llevado a los jefes de familia a tomar decisiones complicadas que van desde decidir pausar su formación escolar, ingresando al mercado de trabajo e ingresar dinero al hogar o que el padre se sacrifique doblemente en el trabajo para ganar lo suficiente y cubrir con los gastos, un panorama cruel y adverso pero real.
Y en tercer lugar, están nuestros maestros quienes ante sus bajos ingresos, el deterioro de infraestructura educativa, aunada a la baja matrícula que es cada vez más marcada laboran desalentadoramente, mientras que la ineficiencia de la entonces subsecretaria de Educación, Delfina Gómez no dejó alternativas ni soluciones al trabajo educativo que ahora abandona en busca de un pez más gordo.
Ante este panorama social y educativo en el que la pobreza de muchos es cada vez más aguda, la falta de recursos es una situación tan difícil y Morena no escucha ni atiende y le cierra las puertas al pueblo, mientras para las familias de los dueños del poder y del dinero siguen disfrutando y enriqueciéndose a costa del trabajo de otros.
Podemos decir que la nueva generación de niños y jóvenes está destinada a pagar muy caro y quedar inmersa en la delincuencia, el desempleo y la migración.
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