Hace ya 23 años, exactamente el 23 de mayo de 1999, nació la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), con 28 representantes de los estados de la república mexicana y con el firme objetivo de luchar por una educación, democrática, crítica y popular para todos.
A casi cumplir 23 años de lucha estudiantil, a los jóvenes de hoy ya no los engañan, las becas que entrega la 4T son cubiertas con los impuestos de todos los mexicanos; para nada son un regalo del gobierno morenista y menos del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
La pandemia trajo un gigantesco rezago en la enseñanza de los estudiantes, la deserción escolar creció a un millón 47 mil 227 alumnos a nivel nacional en los ciclos escolares 2018-2020 y 2020-2021, como consecuencia del confinamiento por la pandemia covid-19. Desde que gobierna la 4T, las cosas van mal en la educación.
Pues tan solo en el ciclo escolar 2020-2021, los datos oficiales de la SEP contabilizan 4.9 millones de estudiantes en nivel bachillerato o preparatoria que desertaron, sin embargo, para el ciclo 2021-2022 se registró un abandono del 11.3 por ciento, es decir, 563 mil 305 jóvenes no volvieron a clases.
Pero, además, hemos visto erigirse y caer, uno tras otro modelo educativo, con cada cambio de gobierno que, a su saber y entender, posicionan su forma de entender la educación para ponerlo en práctica en todo el país.
El creer que todos los niños y jóvenes aprenden igual y que hace falta únicamente los mismos libros de texto, herramientas, aparatos electrónicos para que todos aprendan por igual, solo es posible en un mundo basado en la ciencia ficción, pues la realidad atina a que muchos de los modelos inviables en nuestro país, han tenido sus particularidades, por ejemplo, la falta de conocimiento en el manejo de las herramientas didácticas, poca comprensión por parte de la comunidad estudiantil, aprendizajes descoyuntados de la coyuntura social actual, falta de recursos para la implementación de los elementos didácticos.
Entre 2018 y 2021, el presupuesto destinado a la educación en México se redujo casi a 22 mil millones de pesos, al desaparecer 9 programas que fortalecían el aprendizaje de millones de estudiantes. Uno de estos programas que desaparecieron fue el de Escuelas de Tiempo Completo (ETC) que ofrecía clases suplementarias y alimentación a 3.6 millones de niños y jóvenes.
No podemos olvidar que la educación juega un papel importante en la sociedad y que mientras el poder económico siga en manos de la elite política, la educación no servirá al pueblo.
Es por eso que el Movimiento Antorchista ha planteado ya, un modelo educativo distinto, para volver a colocar al pueblo pobre en el centro del conocimiento y la educación. Los hijos del pueblo tienen una gran tarea ante estos nuevos retos, el movimiento estudiantil deberá crecer de manera vigorosa para impulsar una educación para todos y saquemos a nuestra patria del marasmo en el que lo ha hundido el gobierno de la 4T.
Sólo con un estudio real de las condiciones en las que se encuentra la comunidad estudiantil y sus necesidades se podrá trazar un plan para solventarlas y potenciar su educación, pero es necesario estar unidos y organizados para lograrlo.
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