La ciencia y la tecnología se ha desarrollado a pasos agigantados. Hace 40 años atrás, una carta demoraba un poco más de 20 días en llegar a su destino y, otro tanto, más para completar un diálogo; la consulta de información se reducía a los libros, periódicos y revistas, se amplió un poco más con la radio y la televisión. Posteriormente con la llegada de las computadoras y celulares la humanidad dio un salto a la globalización de la información en todos los ámbitos del trabajo humano y del conocimiento, cimbró a la sociedad en general, obligándolos a entrar en la dinámica por poseer un aparato inteligente para estar en contacto con el mundo entero. Hoy en día, una computadora, una tableta, o un celular inteligente, son herramientas indispensables para las actividades de la vida diaria.
En esta nueva modalidad educativa a distancia, un estudiante que no posea un medio electrónico inteligente para recibir sus clases se encuentra condenado a la ignorancia, significa arrebatarle la oportunidad de estudiar, se trata de una marginación que se agrava aún más en las zonas rurales o en los cinturones de miseria de las ciudades donde algunas colonias populares carecen de todo, agua, drenaje, electrificación, y mucho menos servicio de internet.
La pandemia por covid-19 vino acrecentar aún más la enorme brecha educativa entre ricos y pobres, mucho antes de la pandemia ya se tenía un enorme rezago educativo, las estadísticas muestran en las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), por sus siglas en inglés, México ocupa el último lugar en el nivel educativo entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); mientras, China, en primer lugar, muestra un alto nivel de competencia, en Latinoamérica tenemos a Chile como el país mejor evaluado.
Pero vemos un gobierno insensible que ha cancelado programas sociales que ayudaban a aliviar un tanto esas múltiples necesidades de los más pobres, como la cancelación de guarderías y comedores comunitarios, entre otros, que han hecho sentir un total abandono a la población más desprotegida. Por ejemplo, familias completas del municipio de Tecomán, Colima, se quejan del olvido oficial en que se encuentran, y nos dice doña Chabelita: "antes poquito, pero nos llegaba nuestro apoyo de Prospera. Nos dijeron que con este nuevo gobierno de Morena nos iba a ir mucho mejor, pero no se ve para cuándo. A nosotras nos quitaron nuestra ayuda, no tenemos nada, ahora estamos peor. En esta pandemia no nos ha llegado ningún tipo de apoyo, ni siquiera una despensita, dicen, que en la otra colonia les dieron ayudas, ¡pero aquí no ha llegado nada! Otra más comenta: doña Juanita murió de pura tristeza, comenta su vecina, con esto de la covid-19, su hijo el que menos la ayudaba, llegó un día a decirle a su madre que hiciera su testamento para que le heredará su casa, ya que los viejitos se estaban muriendo más rápido con esta fea enfermedad, le dolieron tanto estás palabras que pronto dejó de comer y ya se nos fue.
La clase trabajadora debe de aprender la importancia de organizarse, tomar conciencia de su clase social a la que pertenece y exigir mejores condiciones de vida, mayor seguridad social, una mejor atención médica, mejores condiciones de trabajo, y educación de calidad para nuestros niños y jóvenes. Otra persona joven me platicó muy enojada: ¡sin más, ni más, me dan de baja del programa, "Jóvenes Construyendo el Futuro", sin ninguna explicación, y no me pagan, ya contaba con ese dinerito para seguir ayudándome, cada 13 de cada mes nos depositaban. Así, de repente, el 11 de este mes de febrero me llega el aviso por WhatsApp que estaba dado de baja del programa, ya hablé con la persona que me ingresó y él tampoco sabe nada, ya fui al ayuntamiento de Tecomán, al área de COMAPAT, ¡donde estaba registrada y no me dan razón de nada! Así es como dejan en abandono a los "Jóvenes Construyendo el Futuro&rdquo, un programa emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador. En este modesto artículo, hago un llamado a la licenciada Indira Vizcaíno para que mire un poco más abajo, a los que trabajan todos los días para engrandecer este país, y atienda sus necesidades que son apremiantes.
Los estudiantes, maestros, padres de familia de todos los rincones del país tenemos que organizarnos para exigir al Gobierno federal, computadoras, tabletas o celulares inteligentes y el servicio de internet, para tener acceso a la educación a distancia que se ha implementado por la pandemia de la covid-19. El Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, la autollamada Cuarta Transformación (4T) está obligado a dotar de las herramientas necesarias al estudiantado para que no sólo aprueben el periodo escolar, sino que se garantice el aprendizaje de los niños y jóvenes en su formación académica.
Ésta es nuestra cruda realidad, falta de calidad en los servicios de salud, educación, empleos, etc. Morena prometió mucho y mucho es el abandono que padece el pueblo de Tecomán, nuestro estado y todo el país, la lección que nos queda es clara, tenemos que organizarnos para crear un México más justo para todos. El 6 de junio tenemos la oportunidad de elegir a nuestros verdaderos representantes, y estos padecimientos no se nos deben olvidar.
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