Pocos días después de haber escrito la primera parte de esta colaboración semanal, en la que tomamos como base el título del libro de la doctora Laurie Ann Xímenez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien fuera entrevistada por el comunicador Ciro Gómez Leyva en su programa de radio para grupo Imagen, la reacción casi instantánea y en algunos casos violenta de los seguidores del Presidente y su gobierno no se hicieron esperar. En su libro, la doctora Laurie Ann Xímenez-Fyvie aborda el tema del mal manejo de la pandemia en México por parte del gobierno federal y culpa directamente de esta situación al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud de México doctor Hugo López-Gatell, a quien el propio presidente López Obrador ha defendido y catalogado como “el mejor del mundo”.
En la anterior colaboración aclaramos que la frase: “Un daño irreparable” llamo mi atención, no solo por la situación de la pandemia, sino por la situación general tan difícil por la que atraviesa nuestro país en prácticamente todos los rubros y centrándonos concretamente en el tema electoral, pues, como lo han señalado diferentes especialistas en el tema, nos encontramos en la antesala de las elecciones más grandes de la historia de México por el número de cargos que estarán en juego.
Pues bien, el tiempo para detenernos a reflexionar y orientarnos sobre como ejercer nuestro derecho a elegir a los próximos representantes, ha tocado nuestra puerta y como ya hemos señalado, políticos, actores, periodistas, comunicadores, deportistas y hasta cantantes, aparecen un día sí y otro también ante los diferentes medios de comunicación registrándose ante sus institutos políticos como precandidatos a ocupar algún cargo de elección popular, buscando con ello, posicionarse ante sus posibles electores como “la mejor opción”, tal como ocurre cada tres años. Es por ello que es muy importante que nos detengamos a revisar el desempeño de nuestros actuales “representantes” que prometieron un cambio en la forma de hacer política y llevar mejoras materiales para todos los ciudadanos.
No está por demás recordar una vez más, que el periodo para el que son electos los diputados federales, los diputados locales, los presidentes municipales y regidores es de 3 años y que dentro de sus funciones básicas como diputados se encuentra: 1) legislar, es decir, crear y aprobar leyes para beneficio del país, de sus instituciones y del Gobierno en general y 2) la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (es decir, la forma en que el gobierno gastará el dinero que aportamos todos a través de los impuestos, principalmente. Veamos.
En cuanto a la primera de las funciones básicas de los diputados, legislar cabe preguntar ¿Conoce alguna ley nueva o modificación de alguna anterior, de indudable beneficio para pueblo y Gobierno aprobadas por los diputados federales en su mayoría de Morena? Como señalamos en nuestro escrito anterior, todo lo contrario, van solo tres ejemplos: 1) se aprobó la ampliación del catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa de poco más de 20 que había antes a más de 200, 2) se aprobó la “ley de extinción de dominio”, que faculta al gobierno a confiscar los bienes de un acusado de enriquecimiento ilícito y a enajenarlos de inmediato, sin esperar a que la justicia dicte sentencia y 3) aprobaron la desaparición de los famosos fideicomisos, entre los que destaca el Fondo Nacional para la atención de Desastres Naturales (Fonden). ¿En que se benefician los olvidados de siempre? En nada.
Veamos ahora otra de las funciones básicas de nuestros “representantes populares”, la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y forma en que el gobierno gastará el dinero que aportamos todos a través de los impuestos, principalmente.
Sólo a manera de recordatorio, noviembre de 2018, representaciones de antorchistas de todo el país acudimos al H. Congreso de la Unión para exigir que nuestros “representantes populares” incluyeran en el presupuesto federal una lista de obras prioritarias que fueron recogidas directamente de las comunidades y colonias en las que nuestra organización realiza trabajo, en esa ocasión, los diputados huyeron a sesionar a una “sede alterna” y no se incluyó ni una sola de nuestras propuestas. Los aplaudidores y acérrimos defensores del presidente y, por tanto, enemigos de las organizaciones sociales se regocijaron hasta la saciedad porque “no les dieron nada a los antorchistas”. Tanto el PEF del 2020 que acaba de terminar, como el de 2021, fueron aprobados por los diputados morenistas “sin modificarle una coma”, por órdenes del Presidente. Por tanto, son responsables de las fallas, vicios y despilfarros de esos documentos.
Con la aprobación de la mayoría de diputados morenistas se suprimió el Seguro Popular y se creó el famoso Insabi, hoy las personas que requieren atención médica al acudir a las clínicas no encuentran “ni una aspirina”; Se recortó el presupuesto de estados y municipios a través del ramo 28, hoy los estados y municipios “se deben rascar con sus propias uñas”, dejándolos incapacitados para atender las necesidades de la población”, por cierto ¿Alguien podría decirme de alguna obra que el Gobierno federal este construyendo en su comunidad o colonia?; los diputados federales desaparecieron el ramo 23 que deja sin obras y sin programas de desarrollo a municipios y zonas marginados en todo el país, hoy las prioridades del Gobierno federal son, el Tren Maya, la refinería de Tres Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía; y lo más preocupante, en el PEF 2021 no se contemplan recursos para la compra de vacunas anti Covid-19, por lo que hoy nuestros famosos “representantes populares” pretenden desaparecer los organismos independientes, como el INAI y el Ifetel, porque según sus dichos y los del presidente, consumen millones de pesos que hacen falta en el sector salud y para adquirir las vacunas a las que negaron dinero en el PEF. Hoy la realidad se impone, el Gobierno federal ha sido rebasado por la pandemia de covid-19, como lo afirmó el rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Enrique Graue durante su intervención en la presentación virtual del documento Reflexiones sobre la Respuesta de México ante la Pandemia de Covid-19 y urgencias para enfrentar los próximos retos, “nuestros más de 150 mil muertos* y el exceso de mortalidad general son prueba de ello. Son pérdidas irreparables y un gran dolor para México”.
Y en cuanto a las promesas de generación de empleos, crecimiento económico y bienestar del pueblo bueno, ¿cómo vamos? Hace algunos días un medio de circulación nacional publico una nota en la que se afirma: “Tiene PIB su peor caída desde la Gran Depresión, 2020: la peor crisis”, es decir, en poco más de dos años y medio de aquella elección en la que López Obrador y su partico Morena arraso en las urnas y se convirtió en aplastante mayoría en el congreso Federal, en la que más de 30 millones de mexicanos creyeron votar por un “cambio” debemos de detenernos a reflexionar sobre como ejercer nuestro derecho a elegir a nuestros próximos representantes.
Un importante número de aquellos que en 2018 aprovecharon la situación desastrosa que azotaba nuestro país para pedir tu confianza y que prometieron ser “la esperanza de México”, son los responsables de la “catastrófica” realidad en la que vivimos. Esos mismos, son los que en los próximos cinco meses volverán a pedir tu voto y tu confianza.
De nosotros depende que en las próximas elecciones votemos por crearle a nuestro país una vez más “un daño irreparable”. Conste.
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