Zacatecas, Zac.- Está cerrando el año 2022 y ya se siente la nostalgia de la navidad y año nuevo, estos serán días de convivencia entre las familias que se dan la oportunidad de acercarse entre sí después de un año lleno de trabajo, de compromisos y de problemas económicos.
Pero también serán días de reflexión donde se hace una evaluación de las metas individuales, familiares y sociales, escenarios donde está inmersa la gente, por consiguiente buscará que en el 2023 se superen las expectativas de trabajo, salud, académicas, etc.
En entrevista Mariana Anaya Solís, habitante del municipio de la capital, dijo con tristeza que aunque se quiera ser muy optimista la realidad se impone “y nos hace descubrir los factores que intervinieron para que los objetivos planteados no pudieran lograrse, pero lo más grave que nos ha pasado a los zacatecanos es el problema de la inseguridad”.
“Yo soy creyente y elevo mis oraciones para que cambien las cosas el año entrante y tengamos paz, tranquilidad y trabajo, pero sobre todo que nuestras familias estén seguras, no pido más”, mencionó.
En Zacatecas la inseguridad se apoderó de las calles y sigue siendo el estado más letal para los elementos de seguridad pues ya van 54 ejecutados entre generales, guardias nacionales, policías estatales y municipales, a los que no hay quién les haga justicia y son los encargados de cuidar a la población.
Tan sólo el día jueves, seis homicidios dolosos se sumaron a la cuenta, para alcanzar la macabra cifra de 59 muertes violentas en los primeros 15 días de diciembre y en promedio poco más de cuatro personas pierden la vida al día en actos delictivos, lo que ha traído dolor a familiares y conmoción social.
Por todo esto será una triste navidad para los zacatecanos, que a pesar de la inseguridad deben salir a trabajar con la incertidumbre si llegarán bien a casa al cabo del día, porque ya nadie está seguro ni dentro de su propia casa, además de las peripecias por falta de trabajo y buenos salarios que crean desigualdad y pobreza en la entidad.
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