Como era de esperarse nada nuevo se vio y se escuchó en el evento señalado. Se documentó por varios medios de comunicación, así como por las benditas redes sociales cómo se acarreó gente al festejo, cómo se les dio apoyo económico para que asistieran a escuchar al titular del Ejecutivo Federal.
Fue en esencia el mismo discurso al que tiene acostumbrado el licenciado Andrés Manuel a sus seguidores, en el sentido de que vamos bien y que dentro de poco estaremos a los niveles de los países del primer mundo. Pero lo cierto es que la realidad nos dice otros datos: en materia de seguridad, el número de muertos de manera violenta esta imparable, la cifra ya rebaso por mucho a la de sus antecesores en el mismo periodo, la economía no va bien, la inflación ha llegado a su máximo histórico, no se veía en más de 20 años, en materia de salud las cosas no pintan mejor y esto lo padecen los niños que tienen cáncer al no contar con medicinas para este padecimiento; el mal manejo del virus del siglo, el desabasto de medicamentos en el sector público, en lo relacionado al combate a la corrupción nos enteramos de un nuevo video escándalo de su secretario particular como el de sus hijos con la siembra de cacao y comercialización de este producto. Junto a todo esto y más cosas se encuentra el recorte en el Presupuesto de la Federación para el año 2022, en materia del sector agrario, obras para los pueblos y colonias humildes, sector educativo, la ciencia, etc.
Prácticamente no hay día en que no se dé un escándalo mediático por parte de los miembros de Morena, pondré dos ejemplos: el primero de ellos es el ataque a la revista Proceso y a la periodista Carmen Arístegui, que los acuso de conservadores de enemigos del pueblo, cuando es del conocimiento público que fueron los que más apoyaron a AMLO en su aspiración para ser presidente de la república, pero como hoy han sido críticos a su gobierno los ataca como conservadores reaccionarios. El segundo caso es las diferencias que hay entre Lic. López y el senador Monreal, por el método para elegir al próximo candidato a la presidencia de México, como dice el pueblo sabio: “cuando la perra es brava hasta los de casa muerde”.
Por eso digo que no es cierto que en estos tres años de gobierno morenista sean los pobres los primeros en atenderlos y apoyarlos o al menos que entendamos por primero los pobres en sufrir, morirse o incrementar el número de parias en nuestra patria. Por lo mismo, debemos tener claro que no es con un Mesías, con alguien que nos cante como las sirenas o con el cambio de color de partido político como va a cambiar la suerte de los pobres de este sufrido México.
Debemos prepararnos, los que queremos un cambio radical en la forma de hacer política y de los políticos que solo quieren seguir protegiendo sus intereses o los de su clase, con una masa organizada, consiente de formar y llevar a una nueva clase de políticos, que salgan del pueblo y que le sirvan al mismo.
El presente es de lucha, el futuro será del pueblo trabajador de México.
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